Abramovich pierde la paciencia

Madrid- Cuando André Villas-Boas ganó la Liga Europa con el Oporto, Roman Abramovich creyó haber descubierto al heredero de Mourinho. Era portugués, como él, había ganado en su país y en Europa, como «Mou», y ya había trabajado en el Chelsea junto al actual entrenador del Real Madrid. Y también ha salido del club como Mourinho, despedido a mitad de la temporada, pero sin haber ganado todo lo que Mourinho ganó en Inglaterra. «André Villas-Boas se ha separado hoy del club Chelsea. La junta directiva quiere darle las gracias por su trabajo y queremos expresar nuestra decepción por que la relación terminara tan pronto», dice el comunicado del club.
Villas-Boas fue destituido ayer después de haber ganado sólo uno de los últimos siete partidos de su equipo. Demasiado poco para un entrenador por el que Abramovich pagó quince millones de euros al Oporto. A los que hay que añadir otros tantos para rescindir el contrato de Carlo Ancelotti. El dinero no es problema para el propietario del Chelsea, pero sí los malos resultados. Después de despedir a Mourinho, ningún entrenador ha conseguido que Abramovich tuviera paciencia. Se marchó Scolari sin acabar la temporada, Ancelotti ganó la Liga y la Copa el primer año y fue despedido en el vestuario después de clasificar al equipo para la Liga de Campeones.
Villas-Boas tampoco se ha ganado esa paciencia. No tardó en ponerse el vestuario en contra por «discutir» el valor actual de Frank Lampard. El internacional inglés pasaba más tiempo en el banquillo que en el campo, lo que enfadó a los hombres fuertes del vestuario, a Drogba, Terry, Cole y Essien. Tenía demasiados jugadores en contra y tampoco supo ganarse a los «otros».
«Desafortunadamente, los resultados y el rendimiento del equipo no fueron lo suficientemente buenos y no mostraban señales de mejoría», añade el comunicado del club. «Nuestra única opción era hacer un cambio. Roberto Di Matteo ha sido designado entrenador de manera provisional hasta el final de la temporada». «Una nueva temporada empieza para nosotros», dice Lampard en Twitter.

Otra oportunidad para Torres
«Fernando Torres sigue valiendo 57 millones de euros», decía Villas-Boas hace dos meses. Pero esas cuentas no le salían al técnico en el campo. Prefirió agarrarse al lado más fuerte del vestuario y mantener a Drogba en el césped. Al español se le acusa de marcar pocos goles –sólo cuatro esta temporada–, pero el marfileño tampoco ha alcanzado los números de temporadas anteriores. Se ha quedado en siete y su juego está lejos del que exhibió en la época de Mourinho. «Torres sigue teniendo el apoyo de Abramovich», dicen en el entorno del español. Ahora tiene otra oportunidad.