Las verdades de Cesc

BARCELONA- Cesc Fàbregas demostró ayer que es uno de los jugadores de la Liga con más discurso. Su comparecencia después del entrenamiento matutino del Barcelona se convirtió en un espectáculo. No rehuyó ninguna pregunta y contestó a todas razonando su respuesta. La conclusión de sus palabras es que tiene muchas ganas de dar por zanjada su polémica con Kanouté.

El rumor de que había provocado al malí con un insulto racista se propagó por las redes sociales sin fundamento alguno. «Al que lo hizo, le salió bien la jugada, se ha hablado en todo el mundo. Creo que en mis años de fútbol me he ganado una reputación que no debe mancharse con este tipo de acusaciones», relató. Cesc admitió que se quedó más tranquilo tras su conversación telefónica con Kanouté, en la que el malí le aseguró que lo del racismo no había salido de él.
Ante la acumulación de preguntas sobre el incidente, el centrocampista quiso zanjar el tema con una última reflexión: «No soy un santo, como tampoco lo somos los 22 que estamos sobre un terreno de juego, pero no soy racista».

Guardiola utilizó a Cesc de interior ante el Granada, aunque hasta ahora había actuado de segundo delantero, una posición más natural para él. «En el Arsenal jugaba por donde yo quería, como hasta ahora, sin obligaciones defensivas, pero de interior me queda todavía mucho que aprender. Creo que jugar en esa posición me hará mejor jugador en el futuro».

Cesc, al que no se le preguntó por la lesión de Pedro, que estará entre dos y tres semanas de baja tras confirmarse que padece una distensión peroneal en el tobillo derecho, hizo una defensa a ultranza de Messi. «Este chico tiene mi edad, juego con él desde los doce años, y no voy a ver nunca más a nadie como él en la historia del fútbol. Si Messi genera dudas, ¿cómo estaremos los demás?», sentenció.

El jugador azulgrana admitió haber vivido «un calvario» la temporada pasada con las lesiones, pero descartó por completo que el percance que sufrió hace unas semanas tuviera algo que ver con los problemas físicos padecidos en el Arsenal.