París
Patricia pide tiempo para volver con Espartaco por Jesús MARIÑAS
Lo difundido vía Enrique Miguel en «Espejo público» pilló a Patricia Rato por sorpresa.
El colaborador de Susanna Griso estuvo el fin de semana con su ex marido y le comentó con añoranza cuánto recuerda a su todavía esposa. Han sido dos años devastadores viendo que su imagen era maltratada. Descubrirlos el pasado viernes compartiendo afablemente la primera comunión de su único hijo varón fue una señal de que algo había cambiado en lo que muchos consideraban irreconciliable. Incluso la determinación de Espartaco de que estuvieran solos, sin el respaldo de sus respectivos padres –quizá para evitar intromisiones o posturas confrontadas–, hizo imaginar su reconciliación, al menos, cara al público.
«¿Volverías con él?», le pregunté a Patricia, recién llegada de París, donde, como otras «celebrities», realzó el deslumbrante desfile que Mango realizó en el Centro Pompidou casi homenajeando a esa Kate Moss que es su nueva imagen internacional y protagonista de un spot que anuncia la marca española de Isak Andic. Patricia se sorprende. «Necesito tiempo para pensar y tranquilizarme. La comunión me mantuvo en una tensión permanente, no era el momento de crear problemas ante el niño. Él cree que nuestra separación arranca de su padre, que dejó de torear y necesita tiempo para remansar esa jubilación. Las niñas, más crecidas, conocen todo el proceso. Estoy confundida y agotada, nadie imagina lo que han sido estos dos años, con todo tipo de rumores o disparates. No sé, No sé», contestó. Me consta que Espartaco sigue considerándola la mujer de su vida y lo comenta en su círculo íntimo sin dejar de suspirar. «Pero él es muy duro –prosigue Rato–, acero con guante de seda. Pocos le conocen como yo». Me cuentan que lo de Macarena Bazán pasó, que está más que superado. Y en una persona tan sensible como el torero parece normal que evoque melancólico sus 21 años unido a esa Patricia que se lo jugó todo poniéndose la sociedad por montera. La ruptura sirvió para que ella encauzara su vida hacia una profesión, la periodística, que siempre le había atraído. En París trabajó para «Telva», donde su nueva directora la anima y apoya en cada iniciativa.
Así están las cosas. Hay que darle tiempo, o eso pide Patricia, buscando serenidad después de todo lo que se le vino encima y la pilló desprevenida. Me gustaría que el optimismo se hiciera realidad y pronto podamos anunciar su reencuentro marital. Lo deseo pensando en su felicidad.
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