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PSOE PP ERC e IU a favor de revisar las pensiones de los parlamentarios

El PSOE, PP, ERC e IU se han mostrado hoy a favor de revisar las pensiones de los parlamentarios para ver si hay algún caso de privilegio, pero han defendido que se haga desde la seriedad y el rigor, evitando la demagogia.

Además, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, ha dicho que los ex presidentes del Gobierno tienen "en su mano"renunciar al derecho a cobrar una pensión vitalicia.

El presidente del Congreso, José Bono, quiere extender el debate sobre la reforma de las pensiones de los diputados a otros aspectos que afectan al régimen de los parlamentarios, por ejemplo a las incompatibilidades, y también es partidario de hacer público su patrimonio.

Posteriormente, en rueda de prensa, José Antonio Alonso se ha mostrado conforme con que se hable de estos asuntos y ha subrayado que la posición de los socialistas es de máxima transparencia en cuanto a los bienes de los parlamentarios, sus ingresos y sus rentas por cualquier concepto, su patrimonio inmobiliario o no y la declaración de actividades

Más transparencia, que se haga cuanto antes y que todos los datos estén publicados en el boletín oficial y en la web del Congreso son las ideas transmitidas por Alonso. En el caso concreto del complemento de pensiones, que ahora reciben 82 diputados, ha abogado por hacer un análisis claro para detectar si hay algún caso de privilegio.

"Si se detecta algún privilegio, se debe cortar", ha dicho tajante, porque sobre todo en época de crisis todo el mundo tiene que hacer un esfuerzo. Pero ha querido distinguir el caso de otros ex parlamentarios que perciben ese complemento, que han dedicado buena parte de su vida al servicio público y que "es lógico que no se les deje en la calle".

Lo que es demagógico, a su juicio, es "meter a todos en el mismo saco", como hace el PP con su propuesta, y plantearlo como "una petición exclusiva de parte". Sobre el caso de los ex presidentes del Gobierno, a quienes ERC-IU-ICV pretende suprimir la pensión vitalicia o, en todo caso, limitarla a un máximo de dos años, Alonso ha hecho hincapié en que esa prestación está establecida por ley como un derecho.

No obstante, ha recordado que está en la mano de cualquier ex presidente renunciar a ese derecho, por ejemplo si de manera sobrevenida o de antemano tiene un patrimonio notable y una situación económica muy desahogada.

El PP, según ha explicado su portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, quiere que haya un acuerdo global sobre las pensiones de los parlamentarios y que se haga con la máxima rapidez posible.

Sáenz de Santamaría, en cambio, ha diferenciado el caso de los ex presidentes de Gobierno, que "son una institución que merece prestigiarse", como se hace en otros países de nuestro entorno. A su juicio, las diferencias entre un diputado y un ex presidente son "obvias".

También el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, desea que se hable las pensiones de los parlamentarios, pero "no con el enfoque populista ni demagógico del PP".

"Rechazamos que se plantee como la desaparición de un privilegio, porque son muy pocos los parlamentarios que han accedido a este complemento y se pensó en un principio para diputados que por haber estado en el exilio no tenían suficientes años de cotización", ha agregado Ridao.

También el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, se ha mostrado de acuerdo con la propuesta de Bono y con que se haga una "relectura"del fondo de compensación de pensiones para parlamentarios, con el fin de lograr así "más incompatibilidad y mayor transparencia"en la situación patrimonial de diputados y senadores.

En lo que no está "nada"de acuerdo Llamazares es en que el sistema de pensiones se utilice "de manera demagógica, como está haciendo el PP". Bono ha enviado una carta a cada uno de los portavoces parlamentarios en la cual les emplaza a explicarle, en un plazo de quince días, sus respectivas opiniones sobre aquellas cuestiones que tengan que ver "con la honra y honorabilidad", ha remarcado, de los diputados.

El propósito de esta iniciativa, que de forma paralela ha seguido el presidente del Senado, Javier Rojo, con los grupos de la Cámara Alta, es evitar "zonas de sombra"respecto a diputados y senadores, y todo ello gestionado con "rigor, transparencia y la máxima seriedad"y sin planteamientos "demagógicos o partidistas", ha declarado el presidente de las Cortes.