Convergència propone lograr el «Estado propio» para Cataluña

REUS (tarragona)- Cuando Artur Mas se pone corbata de cuadros azules avisa de que es un día importante. La llevaba cuando fue investido presidente de la Generalitat, cuando valoró su primer año de gestión, y también ayer, para ceder el cargo de secretario general de Convergència a Oriol Pujol. Pero más allá de entregar la vara de mando del partido, después de haber dirigido a las tropas convergentes durante doce años y pasar ahora a la presidencia, ayer era un día importante porque los nacionalistas decidieron que ya era hora de despojarse de la piel de cordero y decir que la meta de la «transición nacional» es la consecución de un «Estado propio», la manera de hablar de independencia sin pronunciar la palabra maldita.

Hubo quien lo dijo con orgullo y sin complejos, como Felip Puig, que llamó a construir «estructuras de Estado propio para Cataluña en el marco de la Europa a la que pertenecemos», porque «no podemos alcanzar la plenitud en el Estado en el que estamos». Y otros, como Mas, que, para evitar choques con el relato institucional de CiU, reclamó moderación a los militantes más excitados con el discurso independentista. Aunque con una mano pedía calma, con la otra empujaba a los soberanistas a concretar el camino hacia el Estado propio por la vía de enmendar la ponencia política. Ya fuera con sus metáforas marineras, «después de años de travesía por el desierto, vimos la luz del mar y ahora hemos de poner rumbo hacia Ítaca» –que en el imaginario soberanista es una Cataluña con Estado propio–, como en un relato épico, «si existieran los estados unidos de Europa, Cataluña sería Massachusetts, un estado desarrollado, tecnológicamente puntero y con capacidad de inversión».

Una ponencia política sin medias tintas
-La ponencia política, titulada «La transición nacional» y encabezada por Francesc Homs, fue modificada ayer para incluir el objetivo de que Cataluña tenga un «Estado propio». El texto inicial incluía la «transición nacional», pero no era abiertamente independentista.
- El texto recoge que «las carencias congénitas y las sobrevividas» de España «afectan a su viabilidad como proyecto compatible».