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La minería ilegal pasa a ser un delito en Perú a partir de mañana

La minería ilegal en Perú, hasta ahora una falta administrativa, se convierte en un delito a partir de mañana, viernes, cuando entra en vigor el decreto publicado hace 14 días que la sanciona con penas de cárcel.

El decreto 1102 establece el castigo de actividades como la exploración, extracción, explotación u otros actos similares de recursos minerales que no tengan las autorizaciones correspondientes ni un informe técnico favorable del Ministerio de Energía y Minas.

El Ejecutivo, con facultades especiales otorgadas por el Congreso para legislar sobre minería ilegal, promulgó una serie de decretos para penalizarla, apoyar mayores medidas de control y fiscalización de los productos químicos que necesita -entre ellos mercurio y cianuro- y promover el ordenamiento y el registro de la minería a pequeña escala.

En su modalidad agravada, la minería ilegal puede ser castigada hasta con 10 años por operar en zonas no permitidas o en áreas naturales protegidas, por utilizar dragas y por afectar sistemas de agua destinados al consumo humano, entre otras circunstancias.

Los funcionarios públicos que autoricen de forma indebida actividades mineras también podrán ser privados de su libertad hasta por seis años. También se autoriza el decomiso, destrucción de maquinaria, equipos y productos químicos utilizados en las actividades ilegales.

Miles de mineros ilegales se han movilizado desde la semana pasada para pedir la anulación de los decretos que, según ellos, los criminaliza y afecta su derecho al trabajo, aunque han reconocido que contaminan el ecosistema.

A esta protesta, especialmente intensa en la región selvática de Madre de Dios, se han sumado mineros ilegales de Piura, La Libertad, Puno y Apurímac. En las manifestaciones del miércoles, fallecieron tres personas en la ciudad de Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios, durante los enfrentamientos con la policía.

Las protestas se han suspendido y se está a la espera del establecimiento del diálogo entre los manifestantes y autoridades del Gobierno. En Madre de Dios se vive una "fiebre del oro"que ha hecho que miles de mineros busquen el metal en sus ríos y afluentes, y en el proceso erosionan la selva y vierten al agua mercurio y cianuro, según registran fotografías aéreas, análisis de universidades, organizaciones no gubernamentales internacionales e instituciones peruanas.

En un acta firmada el pasado 28 de febrero entre representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros y el Gobierno regional de Madre de Dios se estableció un plazo de 12 meses para aplicar un plan de formalización de la minería en la zona