Actualidad

OPINIÓN: Mamet underground

La Razón
La RazónLa Razón

Junto a Yasmina Reza, ahora bañada en el océano del gran público gracias a la adaptación que Polanski hizo de «Un dios salvaje», David Mamet es el dramaturgo más influyente de la actualidad. Su Señoría Toni Cantó, actor y diputado, representa este fin de semana en Sevilla «Razas», la última obra del genio norteamericano. La versión española es la primera que se monta fuera de los Estados Unidos pero el inmenso acontecimiento cultural habrá de celebrarse en la exquisitamente marginal Sala Cero (ya saben: el buen gusto en su permanente lucha contra la escasa publicidad, el aforo limitado…) porque la anterior dirección del Lope de Vega no lo consideró digno de su temporada. Si el teatro se muere, eso cuentan los apocalípticos, es porque se empeñan en matarlo sus protagonistas tomando a la más bella de las artes como rehén en sus peleítas de colegio de monjas. Egos superlativos que pesan varias veces más que el talento de sus detentores e injerencias permitidas al político que libra los presupuestos han convertido a la escena española en un campo de minas. No bastan un texto de calidad y una compañía de cómicos para entrar en el circuito porque siempre hay un comisario encantado de ejercer su derecho de veto.