Berlín
Merkel el candado de Europa
Las recetas alemanas no dan los resultados esperados en los países de la UE más afectados por la crisis. En Bruselas, sin embargo, no existe un contrapeso a sus políticas. Todo pasa o se detiene por ella. La canciller, que tiene el 70% de apoyo popular, actúa condicionada por un Parlamento fuerte en su país. ESPAÑA ES NUESTRA RAZÓN> Las difíciles relaciones con Alemania; por Francisco Marhuenda Con artículos de Juan Abascal Heredero, Pin Arboledas, César Vidal, Javier Flores y Miguel Bernal.
BRUSELAS-Dicen de ella que si se la tira a una piscina llena de pirañas, al poco tiempo sólo flotarán en el agua las espinas. Es fría y pragmática, hosca e inteligente, y la mujer más poderosa del mundo según la revista «Forbes». Intentar tomar el pulso a la imagen de la canciller alemana, Angela Merkel, en Bruselas es tarea titánica, pues todos opinan, pero pocos se atreven a hacerlo en público porque analizarla a ella es someter al escrutinio a la UE. Todo pasa por ella, o más bien, todo se detiene en ella.
Muchos opinan que Merkel domina la UE porque nadie más en los Veintisiete tiene las agallas para hacerlo. «Ocupa un espacio abandonado por los demás. Hay un miedo escénico que va más allá del personaje», señala un alto funcionario del Parlamento Europeo, para destacar después el profundo concepto democrático de esta mujer austera, tenaz y química cuántica de formación que se crió al otro lado del telón de acero. «En ella todo es táctica, nada se deja al azar», señala un periodista alemán de referencia en Bruselas, que requiere anonimato. En la práctica, Merkel, cuya gestión en Alemania cuenta con un respaldo del 70%, no es sólo Merkel, sino un Parlamento fuerte que la aprisiona y la empuja hacia una política que en Bruselas y numerosas capitales despierta fuertes recelos: Tal vez porque ha conseguido ser la voz más altisonante del continente gracias a su inapelable modelo económico doméstico, tal vez porque sus recetas de austeridad no han demostrado resultados claros en los países más afectados por la crisis. Según diversos analistas, su estrategia es negar de entrada nuevas ayudas a los países necesitados, para después ir soltando lastre a cambio de recortes en los países en crisis. Y para muestra, Grecia, que se quedará en el club de la moneda única pese a llevar lustros incumpliendo los requisitos.
Desde las cañerías de su grupo político se destaca que «Frau Nien» (la Mujer no) va vendiendo «en petit comité» que hace lo que puede, ante el temor de que en su propia coalición, e incluso en su propio partido, «la vuelen la cabeza por demasiado pro europea» antes de las elecciones de 2013. Ante el creciente euroescepticismo en sus filas, la nueva «dama de hierro» opta por el paso de tortuga: eurobonos sí pero tras un largo proceso, unión bancaria sí pero en 2014, etc… El eurodiputado francés Alain Lamassoure, responsable de Presupuesto, destaca de ella el gran «sentido de la responsabilidad» que ha demostrado en la construcción europea, pero no olvida los desafíos que acechan. «La canciller, que está obligada a negociar con su Bundestag, siempre ha hecho la buena elección. Sin embargo, ahora me pregunto qué desea porque desde Berlín nos llegan señales contradictorias», explica respecto a los intentos de reducir las arcas comunitarias para el periodo 2014-2020, pero a la vez lanzar un nuevo presupuesto único para la zona euro. «No podemos hacer más Europa y más integración con menos dinero», insiste Lamassoure. Para él, también en la cuestión española sería necesario que Alemania pusiera fin a la «ambigüedad» que maneja en cuanto a la hoja de ruta de la unión bancaria, porque la debilidad del acuerdo del último Consejo Europeo repercute en la propia UE.
A este respecto, el secretario general del Partido Popular Europeo, Antonio López Istúriz, se muestra convencido de que para diciembre Merkel «tendrá que ceder no sólo en interés de España, sino en interés de todos porque es una batalla por el futuro de la UE». «Cuanto más integremos, mejor nos irá a todos. Ella tiene que entender que el interés de España es el interés general. A Alemania le interesa que a España le vaya bien, porque por su tamaño no es comparable a Grecia, Portugal e Irlanda, sólo la suma de estos tres es la mitad de España».
«Merkel ha actuado, desde el comienzo de la crisis, de manera solidaria pero con un discurso muy reservado. En Alemania hay una opinión pública hostil (a las ayudas) y una coalición de Gobierno frágil, pero los hechos son que ha habido planes de ayudas para Grecia, Irlanda, Portugal; un fondo europeo de solidaridad, y en cada vez, los alemanes han puesto bastante dinero. No les ha gustado lo que ha hecho el BCE, pero se ha hecho», explica el director de Notre Europe-Institut Jacques Delors, Yves Bertoncini.
Además, a su juicio, Merkel sabe que tiene que llegar a acuerdos con sus socios comunitarios. «No es filantropía, es que los alemanes saben que si se cae la UE sería un desastre para ellos», apunta este experto que, sin embargo, no deja resquicio a cambios en el futuro: «Ella es la responsable que más tiempo lleva en el cargo y cualquiera que sea el resultado de las elecciones de septiembre de 2013 tendrá un papel muy importante en la coalición de Gobierno». Lo dicho, todo pasa por ella, o se detiene.
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