El primo de Rajoy

No pensaba escribir más sobre ello, pero ayer sucedieron demasiadas cosas. Primera, mi amigo Rogelio circuló por la calle de la Paz de Valencia a 30 kilómetros/hora y cogió en rojo los tres semáforos. Me contó que su novia, en la moto, a esa velocidad y en el mismo recorrido, le dio tiempo a fumarse un cigarrillo.
La segunda proviene de que se me reprochó estar en contra del verdadero objetivo del Ayuntamiento: evitar emisiones de CO2, no el de recaudar dinero. Precisamente el mismo día que los candidatos catalanes del PSC, José Montilla, y de CiU, Artur Mas, prometieron en su programa anular las limitaciones de 80 kilómetros/hora en los accesos de Barcelona, porque no se ha logrado mejora medioambiental alguna.
Y la tercera es continuidad de la anterior. Me llamó el primo de Mariano Rajoy, ¿recuerdan?, aquel científico y catedrático de física de la Universidad de Sevilla, y se ratificó en que eso del cambio climático no se puede convertir en el problema mundial, «nadie puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años». Y creo que Rajoy es del mismo partido que el gobierno.
¿Por qué no amenizar las aceras para los sufridos conductores? Así es la vida.