Webber impone su ley

En ocasiones, la Fórmula 1 resulta muy injusta, pero siempre, de alguna u otra manera, el tiempo pone a cada uno en su sitio. Eso fue lo que pasó con Mark Webber, que el sábado pasó claramente a un segundo plano defenestrado por su propio equipo y ayer sus responsables no sabían dónde meterse después de presenciar la contundente victoria del australiano. El sábado los dirigentes de Red Bull, Horner, Marko y Newey, favorecieron claramente a su pupilo Vettel, el mismo que ayer volvió a fallar porque arrancó de forma pésima y poco más tarde sufrió un pinchazo que arruinó su carrera. Por detrás, Hamilton, Rosberg, Kubica y Alonso perseguían el podio pero las cosas se complicaron, sobre todo para el español. Partía desde la tercera plaza y realizó una de sus peores salidas desde que está en la F-1. Se quedó clavado, aunque inmediatamente supo rehacerse. Alonso luchaba codo con codo frente a Kubica y cuando le pasó, el polaco le obligó a saltarse una de las curvas. No había sitio físico por donde pasar y por eso el de Ferrari siguió a la espera de que la dirección de carrera le comunicara qué debía hacer porque de esta forma adelantó a Kubica. Sin embargo, la sanción parecía innecesaria porque minutos después el de Renault decía adiós por problemas mecánicos. Alonso siguió adelante y cuando tenía la tercera plaza en la mano, la FIA decidió castigarle con un «drive through» por la maniobra protagonizada junto a Kubica. El castigo fue un duro mazazo para el asturiano, que, además, cuando se disponía a cumplir su castigo vio como el coche de seguridad hacía acto de presencia por los restos de fibra dejados por el coche de De la Rosa, que abandonó. Alonso cayó hasta el último lugar y desde ahí sólo pudo alcanzar la decimocuarta posición. Por su parte, Alguersuari sufrió una salida de pista tras una buena carrera. Ahora el título está algo más lejos porque Webber, Hamilton y Button supieron aprovechar bien la oportunidad. Ésta fue una carrera para olvidar.