La crisis recorta otro 15% el beneficio de la banca

MADRID- Reformas, muchas y profundas. Eso es lo que se viene reclamando a España desde hace meses para evitar una nueva recesión. Se las ha pedido la OCDE, el FMI, Bruselas y, dentro de nuestras fronteras, la CEOE y, ayer mismo, la patronal bancaria. Pedro Pablo Villasante, secretario general de la AEB, solicitó a Mariano Rajoy que, cuando llegue a La Moncloa, haga reformas estructurales «efectivas» que permitan al país ganar competitividad y escapar al abismo de otra recesión. El Ejecutivo, dijo, debe insistir en la reducción del déficit público para, entre otras cosas, relajar la prima de riesgo. El diferencial entre lo que pagan Alemania y España por su deuda a diez años encarece la financiación de las empresas españolas e impide el despegue de la actividad. Según cálculos del BBVA, cada 100 puntos de la prima de riesgo suponen un coste de 12.400 millones en intereses. Este sobreprecio ronda ahora los 360 puntos básicos.

Entre las medidas que se están barajando para corregir la situación hay una que afecta de forma directa a la banca: la posibilidad de crear un «banco malo». Es decir, que el Estado compre a los bancos aquellos activos inmobiliarios tóxicos para sanear sus balances y que puedan destinar sus fondos para el crédito. Villasante no se opuso a tal medida. Sin embargo, puso dos condiciones: que no sea obligatoria y que las entidades que reciban tal ayuda sean reestructuradas y absorbidas por un grupo más solvente que garantice su viabilidad.

Ganancias
La difícil coyuntura actual, dominada por la contracción del consumo y de la inversión empresarial, ha provocado que el beneficio del sector haya caído hasta septiembre un 15,4%, hasta los 9.328 millones de euros. Ambos factores contribuyeron a incrementar la morosidad del 4,27% al 4,65%, lo que ha obligado a las entidades a realizar un importante esfuerzo en provisiones.

Nueva rebaja de rating de S&P
La agencia Standard and Poor's (S&P) rebajó ayer un escalón la calificación de Bankia, CaixaBank, Banco Popular, Banco Sabadell, Bankinter y otras cinco entidades españolas, a las que aún mantiene en perspectiva negativa. Esto supone un aviso para todas estas entidades, que podrían volver a sufrir un recorte en su calificación en las próximas cuatro semanas, cuando S&P espera haber tomado una decisión al respecto. Por el momento, la agencia explicó que el recorte de ayer es consecuencia de la actualización de sus criterios de medición y tras haber rebajado la calificación del Reino de España, hasta «AA-», un sobresaliente bajo, según informa Efe.

CAM será una fundación y sus títulos valdrán cero
La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) dejará de ser una entidad financiera para convertirse en una fundación y amortizará sus cuotas participativas, que valdrán cero «a la vista de los datos contables» del grupo. La caja ha asegurado en un comunicado remitido ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que mantendrá recursos suficientes para asegurar la continuidad de su obra social, a pesar de que su participación accionarial en el Banco CAM se esfuma. Con el objetivo de dar entrada a un socio, la CAM había aprobado trasladar su negocio financiero a un banco antes de su intervención. Sin embargo, con su adjudicación al Banco Sabadell, el fondo de garantía de depósitos debía aportar una inyección de 2.800 millones. Para hacerla efectiva, Banco CAM reduce su capital a costa de ajustar a cero el valor de la caja.