Nueva York

Clinton: «La filtración costará vidas»

La última filtración de Wikileaks puede ser el sueño de cualquier historiador. Pero se ha convertido en la gran pesadilla para los diplomáticos estadounidenses. Y, quizá, sea también el golpe de gracia de la transparencia de los despachos entre los representantes extranjeros y sus respectivas capitales.

Estados Unidos abre una investigación por la filtración de Wikileaks
Estados Unidos abre una investigación por la filtración de Wikileakslarazon

Ayer en Washington pocos querían hablar de lo sucedido. Ni en el Consejo de Seguridad, ni el departamento de Estado. Tampoco el Pentágono. Mientras, el presidente Obama ordenó una completa revisión de las salvaguardas de la información clasificada. Por su parte, el fiscal general, Eric Holder, anunció que «se emprenderá una investigación criminal». Pero, todavía no se ha presentado ningún cargo contra individuo u organización.

En cambio, el departamento de Defensa mantiene bajo custodia desde hace meses al soldado Bradley Mannning, sospechoso de haber filtrado desde Irak cientos de miles de documentos con información confidencial a Wikileaks. A través de esta página web, su creador, Julian Assange, se ha dedicado a desvelar los secretos más oscuros de Washington durante los últimos meses.

Ayer, la secretaria de Estado Hillary Clinton, compareció para abordar el fiasco de los despachos de sus diplomáticos, aunque se negó a comentar el contenido de los mismos. «Es un ataque contra la comunidad internacional. Tengo la confianza de que los lazos entre el presidente Obama y el resto de las naciones seguirán intactos», expresó la jefa de la diplomacia en clara referencia al posible daño a la admiración que, de momento, despierta Obama fuera de Estados Unidos.

 «Estados Unidos condena firmemente la publicación ilegal de información clasificada, que pone las vidas de personas en peligro, amenaza nuestra seguridad nacional y socava nuestros esfuerzos para trabajar con otros países», añadió Clinton.

El analista de la Universidad St. Jospeh's, Randall Miller, destaca que «la cuestión es asegurar a los aliados y otros (países) que se puede confiar en Estados Unidos. Que el país es capaz de mantener en secreto los "secretos". Que las conversaciones privadas y sesiones no se convierten en públicas», apunta el experto.

Una de las filtraciones más comprometedoras es en la que se revela el interés de naciones árabes en que Estados Unidos bombardease Irán. Mientras, también destaca la preferencia del gobierno de Yemen por que su población piense que los bombardeos contra la célula de Al Qaida en ese país, que llevan a cabo los estadounidenses, corren por cuenta de los yemeníes. Este gobierno se encuentra en una posición complicada debido a las luchas internas de poder y al creciente rechazo de su pueblo hacia EE UU.

De momento, Hillary Clinton que hoy se embarca en un viaje que le llevará a Kazajistán, Tayikistán, Uzbekistán y Bahrein será la primera en averiguar cómo estas filtraciones han afectado.

Obama, agresivo con Irán
Miller destaca que «podemos estar seguros de que los políticos de la oposición de los países agraviados utilizarán estos documentos para minar la confianza de sus pueblos. Y no sabemos si habrá más documentos. Irónicamente, muestran que hasta la fecha la Administración Obama ha sido más agresiva contra Irán y el terrorismo que las críticas», recuerda el estadounidense sobre la cuestionada contundencia de Obama en política exterior.

Así las cosas, para evitar más filtraciones, el presidente del comité de Seguridad Nacional del Congreso, el republicano Peter King de Nueva York, ha solicitado al presidente Barack Obama que incluya a Wikileaks.org dentro de las listas terroristas, donde se encuentran grupos como Al Qaida.