Castilla y León
Las sedes autonómicas de UGT y CCOO aparecen pintadas tras el día de huelga
«Fachas, vendidos» o «sindicatos del poder», algunas de las leyendas presentes
VALLADOLID- «Han probado su propia medicina», decía Miguel, un vallisoletano que caminaba por la céntrica calle Gamazo, donde tiene su cuartel autonómico la Unión General de Trabajadores. Allí, a ras de calle, se atisbaban pintadas -probablemente de brocha- de color amarillo, que afeaban la piedra de la fachada. Este vecino de la capital del Pisuerga, trabajador por cuenta propia, aseguraba que «no parece cabal que se destruyan cerraduras, se pongan pegatinas que no hay quien quite de las cristaleras, y todo, por ganarnos nuestro pan, porque a nosotros, los autónomos, no nos regala nadie nada. Nadie».
Un sentir muy común entre los comerciantes que, no obstante, rechazaban esta actitud, como la llevada a cabo por algunos ‘piquetes informativos' durante las dos huelgas más recientes vividas en nuestro país.
«Muchos trabajadores han renunciado a dos días y medio de jornal, pero a nosotros el tener que llamar a un cerrajero para que quite la silicona y poder abrir el negocio en su horario normal, nos ha supuesto un desembolso de 150 euros», apuntaba otro joven comerciante que, en este caso, prefería no dar su nombre.
La sede de UGT sufría este acto vandálico, pero la central de la otra gran plataforma sindical de Castilla y León, Comisiones Obreras, no se quedaba atrás. De hecho, allí podían leerse frases, cuando menos intencionadas. «CC OO y UGT, sindicatos del poder» o «Fachas, vendidos», con diferentes tonos de rotulador, ocupaban parte de uno de los laterales de la sede de la Plaza Madrid, que linda con la calle Divina Pastora. Junto a esa estampa, se veía un golpe de pintura sobre la puerta de acceso al edificio, que comparte CC OO con la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE). En este caso, el impacto de color rojo se situaba sobre el emblema de la patronal de Valladolid.
Despidos y EREs
UGT y Comisiones Obreras han liderado las protestas y acciones informativas -los denominados ‘piquetes‘- durante la jornada de huelga. No en vano, son las dos centrales sindicales con mayor representación y afiliciación de Castilla y León. Se da la circunstancia de que ambas han afrontado, durante los últimos meses, procesos de ajuste de sus recursos humanos. Así, la Fundación para la Formación y el Empleo (Forem) de Castilla y León, dependiente de Comisiones Obreras, pactó en abril de este año con la representación de los trabajadores un expediente de regulación de empleo que afectó a 110 trabajadores, de los cuales varios acabaron en despidos.
En UGT, durante el verano, se despedía a unos 60 empleados (la mayoría orientadores profesionales). Ambas situaciones tenían lugar tras la implantación de la Reforma Laboral del PP, uno de los argumentos de su protesta de este pasado miércoles.
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