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2010 cierra el año con la celebración de 1292 festejos taurinos

La Razón
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La hemorragia continuó en 2010. Con el año que se nos va, ya son tres consecutivos en los que el número de festejos taurinos ha descendido. Desde 2007, con 2.174 festejos, hasta el presente ejercicio, con 1.292, el mundo del toro no ha sido ajeno a la situación de la economía española y ha acusado los recortes presupuestarios de ayuntamientos y administraciones regionales, que han cortado el grifo a las subvenciones públicas para los toros.

Así, donde antes se daban tres corridas de toros, ahora se da sólo una y una novillada o una de rejones, y donde se daba sólo un festejo de caballos, hoy ni siquiera se celebra. El recorte asciende a un 40% desde la temporada 2007 –un 10,3% con respecto a 2009–, una cifra que pone de manifiesto la realidad de la economía del sector.

Los toros a las calles

Detrás de la reducción hay que mirar la realidad del campo, que actualmente genera un exceso de oferta de reses. Una consecuencia directa que está afectando al futuro de las explotaciones más reducidas, de ámbito únicamente familiar, o de sangres y encastes menos demandados por el sector.

En este caso específico de Vega-Villar se antoja clave su falta de salida en los primeros cosos de la geografía española. Las Ventas se antoja como el único y último reducto en el que habían logrado colocar con relativa facilidad el encierro estrella de su dehesa, pero en los últimos tiempos ni siquiera Madrid les ofrece garantías. Así, el único halo de esperanza ha surgido con el auge de los festejos de recortes y espectáculos populares en las calles, un rol al que parecen cada vez más destinados las mismas reses que años atrás eran repartidas "a codazos"por los matadores para unos festejos mayores paradójicamente cada vez más menguantes en el último trienio.