El PP impondrá límites para evitar el aborto libre

MADRID- La cifra de abortos alcanzó en 2010 su segundo máximo histórico, con más de 113.000 interrupciones del embarazo. El aumento, de un 1,3 por ciento en relación al año anterior, resulta más significativo si se tiene en cuenta que la población de mujeres en edad fértil disminuye, la inmigración también –y el 40 por ciento de las pacientes de las clínicas de abortos son extranjeras–, y el total de embarazos también es cada vez menor. Estos datos, difundidos la semana pasada por la ministra de Sanidad en funciones, corresponden al primer año en que se ha aplicado la nueva norma, conocida como la «Ley Aído», que entró en vigor en julio de 2010.

Esta misma semana, cuando se constituya el nuevo Gobierno, el PP se encontrará con que tiene que gestionar la misma norma que tiene recurrida ante el Constitucional. El Ejecutivo, según ha dicho el propio Mariano Rajoy en varias ocasiones, esperará al dictamen del Alto Tribunal. Pero, fuentes del partido relacionadas con el sector sanitario ya han señalado que, en todo caso, se establecerán límites para evitar que, en la práctica, la legislación ampare el aborto libre.
 

En espera del Constitucional
Las pautas «irán por la misma línea que el recurso al Constitucional». Así lo explica una de las personas que colaboraron en su preparación. La prioridad es eliminar el punto más polémico de la norma: la posibilidad de que las menores de edad, a partir de los 16 años, puedan abortar sin permiso ni conocimiento de sus padres. Este punto ya ha sido adelantado por varios dirigentes del partido, y es que, durante la tramitación de la norma, esta propuesta (una exigencia que plantearon las clínicas) fue la que generó mayor controversia entre los grupos, hasta el punto de que, para recabar el apoyo de grupos como el PNV, los socialistas tuvieron que «maquillarlo» e introducir la coletilla de que sólo será válido «en casos de grave conflicto».

Sin embargo, la realidad ha demostrado que las adolescentes que abortan a espaldas de sus padres no representan casos aislados. De acuerdo con datos de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), un 13 por ciento de las pacientes que abortaron el pasado año tienen entre 16 y 17 años. Y hasta el 3 por ciento lo hicieron sin el conocimiento ni el consentimiento de sus padres.

El nuevo Gobierno, además, dará marcha atrás, previsiblemente, a otra decisión polémica, que no está dentro de la ley del aborto, pero que la complementa: la dispensación de la llamada píldora del día después sin necesidad de receta médica. Las mismas fuentes consultadas explicaron que «lo de la píldora no cuesta nada quien sea nombrado responsable lo tendrá que cambiar». De este modo, se volvería a la situación anterior a 2009: la píldora postcoital se dispensaría sólo bajo supervisión médica. Para ello, no sería necesaria una reforma de la ley, sino una simple orden ministerial. Y, por supuesto, no cuesta dinero, porque el medicamento no está financiado por el Sistema Nacional de Salud.

Sin embargo, los laboratorios fabricantes han ganado mucho con la libre dispensación, pues las ventas se han multiplicado de manera exponencial, por lo que lo previsible es que intenten negociar y que la decisión no sea inmediata. Además, la prioridad del equipo de Mariano Rajoy, lo más urgente, son las medidas económicas y contra el desempleo, por lo que otras modificaciones tendrán que esperar.

Las reformas no quedarán ahí. El PP está en desacuerdo con el fondo de la ley, el sistema de plazos que permite el aborto libre hasta las 14 semanas de gestación. No obstante, la norma fue aprobada por el Parlamento y para cambiarla por completo, esperará el dictamen del Constitucional. Sin embargo, con independencia de sus deliberaciones, hay artículos que «lo más seguro es que desaparezcan del mapa», de acuerdo con las mismas fuentes populares. En concreto, varias asociaciones de familias han reclamado al PP que elimine los 11 primeros artículos de la norma, en los que se habla, entre otras cosas, de educación sexual obligatoria en las escuelas y de la obligatoriedad de introducir contenidos relacionados con la interrupción del embarazo voluntaria en las carreras universitarias de Medicina y Enfermería, sin posibilidad de que los estudiantes se declaren «objetores de conciencia». Los portavoces de una de las principales asociaciones de familias aseguran que cuentan con el compromiso del PP de eliminar estos artículos de la ley.
 

Las fuentes cercanas al nuevo Gobierno no aclaran cómo ni cuándo, pero recuerdan que «hemos tenido una posición muy clara en nuestro recurso al Constitucional y en nuestras enmiendas a la ley. En concreto, esos artículos los enmendamos todos».

«Literatura barata»
En líneas generales, los populares consideraron que la «Ley Aído» era «una norma de aborto a la que se quería adornar con estos artículos» para que pareciera otra cosa. De hecho, el Gobierno de Zapatero dio al texto el nombre de «Ley de Salud Sexual y Reproductiva». En palabras de las mismas fuentes populares, los 11 primeros artículos son «literatura barata, bibianesca», en alusión a la ex ministra de Igualdad, Bibiana Aído, la principal artífice de la norma. Daba «vergüenza leerlos» desde el principio. Por ello, será necesario hacer «una reforma integral de la ley». Eso sí, primero habrá que escuchar a los magistrados del Constitucional.

LOS CAMBIOS
1.- 16 y 17 años
El principal compromiso del PP en esta materia es eliminar la posibilidad de que aborten sin permiso paterno.
2.- Píldora y receta
La idea del nuevo Gobierno es que sólo se dispense bajo supervisión médica, aunque la decisión quizá tenga que esperar.
3.- Sexo y escuela
Los artículos de la ley que hablan de educación sexual en la escuela serán modificados por entrar en materia educativa.
4.- En Medicina
El PP considera suficiente que en las carreras médicas se aprenda a tratar abortos espontáneos, como hasta ahora.

Obama rectifica la «barra libre» de la píldora
Cuando el Gobierno socialista autorizó en el año 2009 la dispensación en las farmacias de la píldora del día después sin receta médica, argumentó que Estados Unidos también había tomado esta medida para «facilitar el acceso». Dos años después, la situación ha cambiado. El pasado 8 de diciembre, el presidente Barack Obama anunció que la píldora postcoital estará disponible únicamente con receta médica para las menores de 17 años. Además, quien quiera adquirirla deberá acreditar un comprobante de su edad como el pasaporte o el carné de conducir.