Japón

«Guerra fría» contra los videojuegos violentos

La selva de Vietnam. Un soldado fija el objetivo. Apoya el dedo índice en el pulsador. El capitán Willard en «Apocalypse Now». Podría ser. Sólo que en esta versión el oficial de los servicios de inteligencia del ejército estadounidense no se detendría a comprender a Kurz, coronel al que debe asesinar. Tendría ganas de matar.

Imagen de la última entrega de «Call of Duty», juego criticado por su violencia
Imagen de la última entrega de «Call of Duty», juego criticado por su violencialarazon

«Call of Duty: Black Ops» en versión 3D salió a la venta a nivel mundial ayer. Para la box 360, para la Play Station 3, Nintendo Wii, Nintendo DS y PC. Porque es un videojuego, no una película. Uno de los más violentos del mundo. A pesar de que pueda parecer lo contrario. Las imágenes son tan reales que uno siente que, verdaderamente, dentro de la pantalla hay seres humanos a los que aniquilar. Su antecedor en la saga «Call of Duty» –éste es el cuarto que lanza la empresa de videojuegos Activision– vendió 4,7 millones de copias en 24 horas y recaudó 301 millones de euros en sólo cinco días. «Hollywoodiense. Más si tenemos en cuenta que compite con la industria del cine en ventas: los presupuestos oscilan entre 28 y 36 millones de euros y los costes alcanzan los 144 millones.

España ocupa el cuarto puesto europeo en consumir videojuegos. Los volúmenes de facturación duplican la suma registrada por la música, el DVD y el cine.

Según un estudio realizado en 2009 por Adese, Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento, el 45,3% de la población comprendida entre 7 y 34 años afirma haber jugado alguna vez a un videojuego. Como David Gea, portero del Atlético de Madrid: «Este juego ayuda a despejarte, dejando a un lado la tensión y a divertirte con tus amigos por internet». Y es que, cada vez, los videojuegos violentos son más aceptados en nuestra sociedad, como lo demuestra un estudio realizado por la doctora Lorenza Colzato de la universidad de Leiden en los Países Bajos basado en «Resident Evil» y «Call of Duty». El análisis sostiene que estos videojuegos potencian en los niños sus habilidades para hacer varias cosas a la vez, se vuelven más resolutivos y aumentan sus reflejos naturales.
«Considero que debe haber un cambio de actitud. Los padres necesitan ser flexibles. Si a alguien le gustan los juegos violentos no quiere decir que tendrán un comportamiento antisocial. No deberán sentir temor de dejar que sus hijos jueguen juegos violentos», afirma la doctora.

Igual es que a los progenitores les cuesta pasar por alto la temática del entretenimiento de sus hijos. En «San Andreas», otro de los juegos virtuales que encabezan el ránking de los más violentos del mundo, el protagonista mata gente inocente desde un coche. Y se le premia por ello. En «Modern Walfare 2», el protagonista se infiltra en la matanza de civiles en un aeropuerto. Esto ha supuesto que países como Alemania y Japón censuren partes de la nueva propuesta por considerarlas demasiado brutales.

Como contraposición a la opinión de la doctora Colzato sale un estudio dirigido por la Universidad del Conocimiento y Ciencias del Cerebro de la Universidad de Cambridge en Inglaterra. Alrededor de 12.000 voluntarios. La conclusión a la que se llegó fue que no hay transferencia de mejoras más allá de las entrenadas en el juego. Es decir, que no hay una mejora generalizada en la inteligencia del usuario. Quizá Shigeri Miyamoto, creador de Mario Bross e inventor de la Wii, entendió el concepto de los videojuegos. Por eso es su padre. «La implicación de los videojuegos en la sociedad transforma a la propia sociedad. Hacerlo de forma sensata depende de nosotros».


Países unidos por la censura previa
1. ALEMANIA: Muy sensible en materia de nazismo, Alemania eliminará todos los símbolos considerados anticonstitucionales. También suavizará escenas sangrientas.

2. JAPÓN: Además de prohibir la visión de esvásticas, el país nipón estudia suprimir escenas de desmembramientos, así como las expresiones de brutalidad.

3. SUIZA: El país helvético estudiaba este año aprobar una ley que permita prohibir cualquier videojuego violento.

4. VENEZUELA: El Gobierno de Chávez estipula multas y prisión para aquellos que vendan, fabriquen o usen juegos y videojuegos bélicos.