Equipos Primera División
Habrá guerra
La AFE ha perdido la primera batalla con la Liga, pero no la guerra. De ahora en adelante, la cuestión de los dineros va a ser dura confrontación. Los impagos no se solventarán a la manera actual. La AFE se ha equivocado en lo del 2 de enero al acudir a la ventanilla que no tocaba. La Audiencia Nacional no le ha negado razones, sino que ha entendido que la cuestión debía haber ido por la vía administrativa porque la social no le corresponde. Se van a desatar las hostilidades y los futbolistas exigirán el cumplimiento del convenio y la aplicación de la norma que obliga al descenso a los clubes que no hayan satisfecho sus deudas antes del 30 de junio. Los actuales directivos del sindicato van a ser tan duros como lo fueron José Cabrera Bazán y Joaquín Sierra Quino, fundadores del mismo y a quienes se deben las mayores garantías obtenidas.
Ahora se va a plantear el pleito del jugador madridista cedido al Hércules, Royston Drenthe, quien se niega a jugar mientras no le paguen. El club amenaza con despedirle, pero este problema se sustanciará en la jurisdicción laboral y sus consecuencias futuras pueden ser imprevisibles. Podría haber despido procedente y resolución del contrato. Quedaría pendiente la deuda exigible hasta hoy. Se establecería un camino hasta ahora desconocido futbolísticamente. La Ley Concursal es la argucia a que se acogen los clubes en bancarrota y ahí hay otro camino judicial por recorrer.
Los clubes han jugado hasta hoy con todas las ventajas. Las que le han concedido la Liga y la Federación.
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