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ANÁLISIS: Un delito para evadir pruebas por Gloria Trinidad Deocon
–¿Dónde están los documentos que aún quedan de miembros de las SS ?
–Están custodiados en los propios campos, en sus archivos, como el de Majeanek, que fue de exterminio. Una parte importante de esta documentación se halla en el llamado Centro de Documentación de Berlín, donde se conservan, entre la exhaustiva documentación, tarjetas de afiliación de miembros de las SS o incluso información sobre el paso eventual de personal por esos campos.
–¿Se puede hablar de una cantidad concreta?
–En el Centro de Berlín existen cientos de miles de documentos, pero lo que perviven aún en los campos son menos, ya que los alemanes en su huida hacia el Oeste, debido al avance del ejército soviético, destruyeron todas las pruebas que pudieron con el objetivo de borrar las huellas de sus crímenes. Los que quedan están, a pesar del tiempo que ha transcurrido, en un perfecto estado de conservación
– Hablamos indistintamente de campos de concentración y de exterminio, ¿pero es correcto?
–Se trata de un error muy frecuente. No son sinónimos. Campos de exterminio fueron los de Sobibor y Treblinka, por ejemplo, que estaban concebidos específicamente para matar. Auschwitz era uno de concentración, por tanto no es correcto, sino una equivocación utilizar sus denominaciones indistintamente.
–¿Quién puede haber sustraído esta documentación?
–Puede tratarse de un robo mitómano, de individuos neonazis o fanáticos investigadores deseosos de hacerse con este material, e incluso podría estar relacionada esta sustracción con el denominado caso Demanjuk, cuya reciente sentencia confirma que basta con probar que una persona ha sido un eslabón necesario en un campo de exterminio, en una cadena cuya finalidad ha sido el asesinato directo, para ser juzgado. No es necesario probar el crimen.
Gloria Trinidad Deocon
Profesora de la UNED
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