Rusia capital Madrid

Cuestión de cifras y letras. El vestuario de «Boris Godunov» está compuesto por cuatrocientos trajes, el coro lo forman 82 cantantes, esta versión consta por nueve escenas y dura cuatro horas. Y podríamos seguir así hasta acabar casi la página.Todo se hace poco para poner en pie el majestuso fresco que quiere evocar la Rusia que vivió Mussorgski y plasmó en «Boris Godunov», un montaje que regresa a las tablas del Teatro Real, donde ya se vio en 2007, y que a partir de mañana sacará al escenario hasta la reproducción de un edificio semiabandonado.Todo es posible en el Teatro Real. No hay más que darse una vuelta para comprobarlo por la exposición que coincidirá con este estreno y que trata de homenajear y reconocer el trabajo de quienes están detrás del escenario. Esta obra maestra de Mussorgsky ya se vio en el coliseo en 2007. Ahora es Harmut Haenchen («Lady Macbeth de Mtsensk») quien se ha hecho cargo de la dirección musical y Johan Simons (director del Münchner Kammerspiele de Múnich) quien firma la puesta en escena de la producción, que cuenta con un reparto encabezado por Günther Groissböck (que debuta en el papel de Boris Godunov), Dmitry Ulyanov (Pimen) y Anatoli Kotscherga (Varlaam), entre otros. La obra de Mussorgsky, un compositor que como Monteverdi y Mozart buscaba la conjunción de la palabra y la música, parte de la obra homónima de Aleksandr Pushkin sobre la historia de Godunov en la Rusia zarista del siglo XVII.

La producción que se verá a partir de mañana ( y hasta el 18 de octubre) quiere eliminar los clichés alrededor de las dos versiones que hizo el autor, y apuesta por un espectáculo que incluye la partitura de nueve escenas de 1872 (la que tenía una mayor reflexión política), más la que se desarrolla en la catedral de San Basilio de la versión anterior, escrita en 1869. Y esa escena, que ahora es la número ocho, es según Mortier clave, porque en ella «El Idiota» reprocha a Boris Godunov que asesine al zarévich. «No hay ninguna versión definitiva de esta ópera», ha observado el director musical, Hartmunt Haenchen, para quien «Boris Godunov» es un auténtico milagro, ya que Musorgski era un funcionario que se pasó toda la vida trabajando y por la noche escribía esta obra genial».

Mortier, atento al bolsillo
El director artístico del Teatro Real de Madrid, Gerard Mortier, es consciente de que los vientos que soplan no son los de la opulencia y también de que el montaje que quiere llevar al público ha de contar con la mayor calidad posible. De ahí que haya confesado que no le han dolido prendas a la hora de buscar prendas en una popular tienda de segunda mano para elaborar este costoso vestuario, que luce espectacular en la representación que se estrena mañana en el coliseo madrileño.