Identificación nacional por Hannibal Laguna

En un momento en el que España recibe unos «inputs» de los medios de comunicación extranjero con un contenido «negativo» y lo que reciben los ciudadanos es que sólo se cuentan los problemas que tiene el país, el fútbol es la parte positiva que equilibra la balanza. De tal manera que el hecho de ser titular fuera de forma continua tendrá su repercusión. El «que se hable de mí, aunque sea mal», nos beneficiará a medio plazo cuando la situación mejore. Es más, estoy convencido de que los triunfos de La Roja van a marcar a las nuevas generaciones, además de convertirse hoy por hoy en una explosión de adrenalina social. Su victoria no es un espejismo porque los jugadores ejercen de embajadores ejemplares en todo el mundo, en tanto que reflejan la lucha y la solidaridad de un país. Pero, sobre todo, están consiguiendo que seamos nosotros mismos los que creamos en la marca España como símbolo de identificación nacional. Ellos han logrado, no sólo que les admiremos como deportistas, sino que nos identifiquemos con nuestros símbolos –la bandera, los colores...– lejos de tintes nacionalistas. Como empresario y diseñador, me complace ver cómo los deportistas españoles ganan con su esfuerzo, pero me avergüenza cómo se van a tener que vestir en los Juegos Olímpicos de Londres.