Elecciones Generales 2016

Etapa crucial

Como todo un examen de final de curso se plantean los treinta días hasta el 22 de mayo. A estas alturas del partido, el PP parte con clara ventaja en la mayoría de comunidades autónomas y municipios. Pero Mariano Rajoy, estratega de la prudencia, sabe bien que el pescado nunca está del todo vendido hasta las urnas.

La Razón
La RazónLa Razón

La poderosa maquinaria de propaganda del PSOE y sus ansias provocadoras son evidentes. Hete ahí las andanadas sobre política antiterrorista o las listas de imputados, mientras se disfrazan los ERE y los escándalos andaluces. El lema de la campaña popular, «Centrados en ti», es un acierto que frena de cuajo las acusaciones hacia una «derechona» echada al monte. Algo que le gusta especialmente a un presidente de Gobierno, que ya es un ex presidente.

Grotesca situación, sin precedentes, bajo la todavía nebulosa de la sucesión. La etapa electoral que queda es crucial. Rajoy sabe bien que los ataques arreciarán. Zapatero confía en que su anuncio de retirada movilice a una izquierda pensante en un voto de castigo contra su persona.
Quienes critican el calculado tacticismo de Rajoy pretenden de nuevo fustigarlo. El líder del PP, curtido en mil batallas, aguanta como nadie.

También es cierto que se juega mucho, y que estos comicios son la clave de su camino hacia La Moncloa. Cualquier traspiés sería interpretado por el PSOE como un fracaso y un dardo a su liderazgo. Por ello, se patea la geografía nacional con sus candidatos bajo el lema calderoniano: «Afortunado el que tiene tiempo para esperar. A ver la derrota del adversario, que se desespera».