Media España

La columna vertebral de la Selección juega la final. Precisamente por ello, por su componente catalana, miles de españoles estarán a favor del equipo inglés. No hay que equivocarse. No valen las medias tintas. Los madridistas no desean que gane el Barça y algunos así lo proclaman. Ha llegado a un extremo tal la rivalidad, que en este caso no cuentan sólo las cuestiones deportivas. Aquí influyen de manera fundamental las políticas. En un país con separatistas es mayor el número de separadores.
Hasta ahora nos habíamos servido de la hipocresía para evitar que a cada cual se le viera el plumero. Hoy no existe recato. Ni siquiera entre compañeros de Selección, que tendrán que seguir conviviendo, ha habido alguna frase de complacencia.
Además de los deseos de los barcelonistas, estarán los de quienes desde la neutralidad admiran el buen juego que desarrolla el Barça. Lo de hoy es el mayor espectáculo futbolístico del año y me gustaría aplaudir a quienes, con otros españoles, por supuesto, me hicieron disfrutar en Suráfrica.
Posdata. Sir Alex Ferguson lleva 25 años en el Manchester. No nos vale como ejemplo.