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La plaza más difícil: Barcelona

La Razón
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La plaza más difícil para el PSC será la de Barcelona, donde, además de la crisis económica, el recorte del Estatut, la ocurrencia de los JJ. OO. de Invierno, el fiasco de la Diagonal y aguantar los daños colaterales del «caso Palau», tiene que demostrar por qué merece seguir al frente del Ayuntamiento tras 31 años de gobierno ininterrumpido. Las encuestas municipales van de mal en peor. En la última, los ciudadanos suspenden por vez primera al alcalde, con un 4,1, y, también, por vez primera, prefieren un gobierno nacionalista. CiU, con Xavier Trias al frente, se sitúa siete puntos por encima de los socialistas. En el partido están preocupados. Si bien, todos cerraron filas en torno a Hereu tras el invento fallido de la consulta de la Diagonal, ahora, se oyen voces que plantean un cambio de candidato de cara a las municipales. El presidente del grupo municipal del PP, Aberto Fernández, vaticina un cambio de alcalde a la vuelta de las vacaciones, «como pasó con en septiembre de 1997 con Joan Clos –que sustituyó a Maragall– y con Jordi Hereu en 2006 –que relevó a Clos–». Entre los nombres que aparecen en las quinielas está el de Ferran Mascarell, que desmintió que quiera ser alcalde; Montserrat Tura, que no iría en las listas autonómicas del PSC–, y la cada día más promocionada Assumpta Escarp.