FC Barcelona

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Así jugó el Real Madrid en la vuelta de la final de la Supercopa de España, en el que el Barcelona se impuso por 3-2

Casillas (2): Impotente. Poco le apretó el Barcelona a lo largo del partido, y a pesar de estar acertado en algunas de sus intervenciones, como una brillante parada a un trallazo de Pedro, su defensa lo vendió en los goles culés. Sergio Ramos (2): Batallador. Tiene el andaluz en su ADN inscrito el código de los Clásicos, en los que siempre se entrega al límite. Desactivo a Villa gracias a su impagable brega. Carvalho (2): Correcto. No desentonó el veterano zaguero, siempre a la altura de estos combates de altos vuelos. Cumplió sin complicarse. Pepe (2): Excesivo. El portugués es uno de aquellos jugadores con sobredosis de virtudes y defectos. Su excelso derroche defensivo se vio empañado, de nuevo, por una innecesaria violencia en algunos lances con los azulgranas, algo que empiezar a ser ya habitual. Coentrao (1): Superado. Su debut en el Camp Nou dejó un vibrante duelo con Pedro en el primer tiempo, que se saldó desfavorablemente para el lateral. En la segunda parte, Mourinho lo ubicó como centrocampista de contención, lo que le despojó de responsabilidades. Xabi Alonso (2): Desasistido. En un partido a la inglesa, con un juego más directo e inconexo que en la ida, el cerebro no supo encontrar su papel en muchos instantes del encuentro, ahogado por la ausencia de un escudero de garantías que le obligó a multiplicarse. Khedira (1): Perdido. En el mar de pases azulgrana en el primer tiempo, el alemán naufragó en todos sus empeños, dando paso a los huecos de los que se aprovecharon los catalanes para lograr los primeros dos goles. Mourinho prescindió de él en el descanso. Özil (1): Ofuscado. Su creatividad no halló el lugar en la sofocante noche barcelonesa, ni siquiera cuando el Madrid ofreció su mejor versión. Fue expulsado en la tangana final, cuando Mourinho ya le había sentado en el banquillo. Di María (1): Descarrilado. Empezó fulgurante, pero su chispa se fue desvaneciendo con los minutos, ensombrecido por un imperioso Abidal que no le dio opciones. Benzema (3): Punzante. Dos clásicos le han bastado al cuestionado delantero para abandonar su melancolía y convertirse en el mejor fichaje de esta temporada para los blancos. Con su segundo tanto, estuvo a punto de forzar la prórroga. Cristiano Ronaldo (2): Atormentado. Adrenalítico en los primeros compases, en los que desplegó sus mejores virtudes, el portugués lo intentó de todas las maneras, pero sus ansias chocaron una y otra vez contra la afinada defensa culé. Un misil al travesaño y gol de oportunista fueron sus mejores acciones.

-También jugaron Marcelo (1): Karateka. Se equivocó de deporte el brasileño en una de sus peores noches como blanco. Solo saltar al césped en el segundo tiempo martilleó a Messi con una patada voladora, y culminó su negra actuación con una tijera a Mascherano que le valió la expulsión. Higuaín (2): Refresco. El ariete saltó para reactivar a los blancos y el equipo sintió en sus piernas el aire fresco del argentino. Sin embargo, su presencia en el juego fue testimonial. Kaká (-): Apenas contó con minutos el mediapunta, que no supo encontrar el alto ritmo con el que el culminaron el partido ambas escuadras. Mourinho (2). Quería empezar la temporada el técnico noqueando a su archienemigo al primer asalto y se la jugó con todo, con un planteamiento valiente. Da la sensación que el Madrid por fin ha encontrado una fórmula para aplacar el maná de juego azulgrana.