Crisis económica
Sin ingresos por Luis Ayala Cañón
La crisis económica está teniendo importantes repercusiones en la pobreza. Los datos procedentes de entidades sociales, como Cáritas, o los avances de las encuestas del INE, nos envían serias señales de alerta. La crisis está teniendo efectos más negativos en los hogares con menores recursos que en los más ricos. Igual sucede con las carencias materiales, con una rápida evaporación de los logros alcanzados en las décadas previas.
Las cifras de beneficiarios de prestaciones asistenciales también reflejan el drástico aumento de las necesidades sociales. En muy poco tiempo se ha alcanzado el nivel máximo de beneficiarios, con un crecimiento muy superior al de anteriores situaciones recesivas. Este crecimiento, sin embargo, no ha sido suficiente para dar cobertura a muchos hogares que se están quedando sin ingresos. La crisis ha dejado al descubierto la debilidad de la red de garantía de ingresos.
Lo más preocupante es que el aumento de la pobreza podría tener consecuencias duraderas. La hipótesis de que la futura recuperación del empleo supondrá una reducción de la pobreza es incierta. En otras fases recesivas, como en la primera mitad de los noventa, la pobreza no disminuyó cuando mejoró la economía. Si no se atajan rápidamente estas situaciones, existe el riesgo de que se acaben enquistando en nuestra estructura social unos niveles de pobreza muy superiores a los de las cuatro últimas décadas.
Luis Ayala Cañón
Catedrático de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos
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