Alimentación
«Sin una buena dieta poco hacen los suplementos»
-Según un reciente estudio, parece que ya no es tan seguro que los suplementos de omega- 3 nos protejan el corazón como creíamos, ¿no?
-No se refleja la cantidad en miligramos empleados, ni el tipo de dieta, ni la situación inicial de los pacientes. Cuando la dieta es adecuada, con poco consumo de harinas, fructosas y azúcares, y los niveles de ácidos grasos omega-3 están equilibrados con los omega-6, entonces inducimos la generación de prostaglandinas «buenas» (antiinflamatorias, antitumorales, anticoagualantes). Por tanto, lo fundamental es conocer la relación entre los niveles de omega-3 y 6 de nuestra dieta.
-Lo que sí que está claro es que estos suplementos no resultan en ningún caso perjudiciales..
-Éste es el punto clave. Comer latas de atún puede proporcionar más mercurio que omega-3, de modo que no resulta nada aconsejable para la salud su consumo habitual. Si aportamos omega-3 en forma de suplementos y éstos no son de buena calidad, aportan cantidades insuficientes, pueden estar adulterados en el proceso de fabricación y contener PCP tóxico marino, muy frecuente en los pescados azules. Hay que desconfiar de productos «ganga». Hay otras fuentes de suplementos ricos en omega-3 que no son el pescado azul, como es el caso del proveniente del krill, esos pequeños crustáceos de los que se alientan las ballenas. Hay que tener en cuenta la capacidad anticoagulante de omega-3, de modo que su consumo debe ser controlado en personas que van a someterse a cirugía en las que ya toman anticoagulantes del tipo aspirina, heparinas, etc, hemofilias, mujeres con reglas muy abundantes, etc.
-Sorprende que se contradigan ahora otros estudios donde se alababan sus beneficios cardiovasculares, ¿no?
-No es el primero, pero si un paciente se alimenta mal y no hace ejercicio, poco va a hacer un suplemento. Primero valoramos al paciente, a continuación ajustamos los hábitos correctos y, por último, seleccionamos los suplementos y dosis adecuadas para que sean efectivos y así adaptarlos al estilo de vida.
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