Londres
Sólo para mirones
DÓNDE: National Gallery. Londres.CUÁNDO: hasta el 23 de septiembre. CUÁNTO: entrada gratuita.
Sean sinceros. Si ven a una hermosa joven en su cuarto de baño actuando como si nadie la estuviera observando, ¿mirarían para otro lado o la espiarían por unos segundos? Y ahora, vayamos un poco más allá: si la mujer desnuda, bella y perfecta estuviera bañándose en la sala de un museo, ¿entrarían a ver la exposición? El precio y la crisis no son excusa porque la entrada es gratis. Esta redactora lo ha hecho. Y no se arrepiente de contarlo porque ahora el «voyeurismo» se llama arte y espiar a la vecina de al lado es cosa de cultos y eruditos. Así es Londres. Lo mejor de todo es que después de ver la escena uno puede presumir de abandonar la National Gallery sin haber sido convertido en ciervo. Lo explicamos: según el mito, el cazador Acteón descubrió a Diana bañándose desnuda junto a sus ninfas y ésta, enfurecida, le condenó a convertirse en ciervo y a ser devorado por sus propios perros. Tiziano representó la escena en un lienzo y ahora el artista Mark Wallinger ha creado su versión como parte de una la exposición «Metamorfosis: Tiziano 2012». Y ya se sabe qué es lo que ocurre cuando a un genio del Renacimiento se le saca de contexto: que Diana se convierte en una joven con tatuajes, que el lago se transforma en un baño y que los visitantes del museo hacen de Acteón.
El poderoso influjo de Diana
El objetivo era que Wallinger, junto con otros dos creadores, Chris Ofili y Conrad Shawcross, utilizaran tres emblemáticos cuadros del pintor italiano –«Diana y Acteón», «La muerte de Acteón» y «Diana y Calisto»– como fuente de inspiración, y ha salido lo que ha salido: una muestra muy atractiva para el público británico, acostumbrado ya a espiar durante toda su vida a su Diana particular, la princesa de Gales, que, aunque muerta, sigue en el recuerdo más viva que nunca. La Diana que da cuerpo (nunca mejor dicho) a la instalación no es una, sino cinco que se alternan y con las que el artista entró en contacto a través de internet. Cuando se accede a la sala está completamente oscura. Hay un cubo negro. En el centro, un baño actual con su radio, maquillajes, una ducha, una bañera y una joven desnuda a quien sólo se puede ver a través de un pequeño agujero en la ventana recreada en una de la paredes del cubo. En la otra se puede mirar a través de una cortina de madera laminada, en la tercera se puede fisgar a través de dos agujeros hechos a la altura de los ojos, y en la cuarta, una puerta que deja ver a través de la cerradura. Se ha notado, dicen desde el museo, más afluencia de visitantes que preguntan por «la habitación de la mujer desnuda». El público de cierta edad se muestra encantado: «No nos parece nada escandaloso», decían dos amigas. Para Antonio, un español de vacaciones en Londres, una muestra así en Madrid sería impensable, «aunque a más de uno le gustaría fardar diciendo que había visto a una chica en cueros».
EL HOMBRE Y EL OSO...
Wallinger nació en Chigwell, Essex, en 1959. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Chelsea y participó en la muestra de arte británico que reunió la obra de jóvenes talentos en 1993 y formó parte del grupo Sensation en 1997. En 2007 se alzó con el más «osado» de los premios Turner, ya que ganó los 36.000 euros del importe con un vídeo en el que aparecía difrazado de oso deambulando por el vestíbulo de un museo. Esta vez sí tuvo suerte, pues dos años antes había presentado la misma pieza en la Bienal de Venecia. Entonces no se llevó recompensa alguna.
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