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Salir corriendo por José Luis Fernández Peña

La Razón
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Resumen de prensa. Hace un par de días un periódico llevaba a portada la foto de un bebé sujetado por los brazos desesperados de su madre. Clavaba la mirada en el cuerpo sin vida de su padre, fallecido en uno de tantos bombardeos diarios en la ciudad siria de Homs. La mirada profunda de aquel niño huérfano contenía toda la amargura que puede albergar el corazón humano y la sabiduría que atesora una mente, aún por formar.
Un responsable de Cáritas arrojaba unas cifras preocupantes. Cerca de 11 millones de españoles peregrinan hacia el umbral de la pobreza. Producían escalofríos. Sin embargo, emitía unas palabras de aliento: «compartir la desesperanza produce esperanza». Esta semana vimos también imágenes de calles españolas incendiadas. ¿Quién es el responsable? ¿El PSOE, el malestar, la juventud, la Educación, los recortes, el Gobierno…? Cada cual busca su respuesta. Demasiado barullo. ¿Serán sólo unos los responsables de tanto incendio social?
Por segunda vez, el Banco Central Europeo abrió las compuertas para ofrecer liquidez a los bancos y ofrecer confianza a los mercados. Enhorabuena. Ya respiran los mercados. ¿Respirarán también los ciudadanos o el circulante servirá fundamentalmente para refinanciar la deuda de los bancos? Esperemos para ver los efectos inmediatos. Ayer conocí otro dato apabullante: el mercado mundial de los productos financieros mueve al año 11 veces el PIB mundial. ¿Hasta dónde puede expandirse la burbuja financiera? El estallido del ladrillo podría ser a su lado un juego de niños.
Más datos. Esta semana se publicaron las remuneraciones fijas y variables de los diez directivos más importantes de las empresas españolas entre ellos los de la banca. También algunas de sus pensiones: hasta 65 millones de euros. ¡Ninguna mujer en el top ten! Cáritas da de comer al hambriento y, un poco, se sonroja.
Un punto para el optimismo; el presidente ejecutivo de Google aseguraba en Madrid que, con internet, gracias a la red, los dictadores tendrán más difícil esconderse. La red producirá igualdad y libertad. ¿Cuándo? Sin prisas. De cada tres personas que poblamos el Planeta, sólo uno está conectado.