Reforma laboral más profunda por Francisco Aranda

Una mayor contratación y la gestión eficiente de los recursos humanos en España están siendo perjudicadas por la norma laboral. Esto es una realidad que evidencia el hecho de que la crisis ha provocado en España más de cinco millones de parados y la desaparición de empresas cada día mientras que, por ejemplo, Alemania presume ahora de la mejor cifra de empleo desde su proceso de reunificación. En estos momentos, nuestros formadísimos jóvenes prácticamente no tienen expectativas de encontrar un empleo en el cada vez más reducido número de empresas de su país y esa situación hay que cambiarla ya, sin más dilaciones, por motivos sociales.

Nuestro mercado de trabajo y, por lo tanto, el país en su conjunto, exige que se aborden con muchísima urgencia cambios ambiciosos en nuestro obsoleto ámbito laboral. Pero no se trata de unas cuantas medidas, sino de un plan de choque profundo en temas de calado. En absoluto se trata de restar derechos a los trabajadores. Todo lo contrario. Aquellos países más competitivos y con sistemas de bienestar más solventes tienen un marco regulador muchísimo más flexible que el que padecemos aquí empleadores, empleados y candidatos a ambas situaciones.

Sólo con empresas competitivas pueden garantizarse de verdad los derechos laborales esenciales como el empleo, la promoción profesional y una adecuada remuneración.

Me parece que se falta a la verdad cuando se afirma sin pudor que la reforma laboral no creará empleo.

La norma es quien determina el comportamiento de los actores en el mercado de trabajo en un Estado de Derecho y nuestro marco de relaciones laborales está frenando la contratación y frenando la competitividad de las empresas.

Tampoco me parece que sea real condicionar la eficacia de una reforma laboral con el sacrosanto pacto social. Ahora es necesaria la eficacia y el pacto con los sindicatos es sólo un camino, deseable, pero no un fin en sí mismo.

Francisco Aranda
Vicepresidente ejecutivo de Fenac y presidente de Asuntos Laborales de CEIM