Carreteras

ANÁLISIS/«Bolis caídos»: Una negociación rota y muchas presiones

La Razón
La RazónLa Razón

¿Por qué la Guardia Civil impone menos multas que antes del verano?
–Es una forma de presionar al Ministerio del Interior para que se cumplan las promesas. Los agentes reclaman la equiparación de horarios con la Policía Nacional, que se sitúa en 122 horas semanales frente a las 166 actuales. La Dirección General de Guardia Civil se negó a aceptar esta demanda y el pasado 20 de mayo se rompieron las negociaciones. En ese momento, los agentes de la Guardia Civil iniciaron una huelga de «bolis caídos» para reclamar lo que consideran un derecho.

 ¿Hay un problema económico detrás de la negociación?
–No. Los sindicatos excluyeron de la negociación la equiparación salarial, una demanda histórica de los 10.000 miembros de Tráfico de la Benemérita. El sueldo de un Guardia Civil ronda los 1.500 euros, mientras que el de un policía nacional se sitúa en los 1.600. Las diferencias respecto a las fuerzas de seguridad autonómicas son mucho mayores, ya que un mosso d'esquadra puede recibir unos 1.900 euros mensuales nada más ingresar en el cuerpo.

 ¿Cómo ha reaccionado el Ministerio del Interior?
–La huelga ha supuesto un fuerte impacto económico a las arcas del Estado porque el número de sanciones ha caído un 50 por ciento. Por ello, para presionar a los «huelguistas», han establecido un sistema de baremación basado única y exclusivamente en su productividad, en la redacción de multas. Si no hay multas, no hay plus por productividad. Esta medida puede volverse en su contra si los agentes se centran en las sanciones y dejan de lado obligaciones como la de auxiliar a los accidentados.

¿Hay suficientes agentes?
–Los sindicatos afirman que no. De hecho, recuerdan que el 75 por ciento de las muertes se producen en carreteras secundarias que la Guardia Civil no vigila por falta de efectivos.