Obsesionados con la muerte digna

MADRID- Pese a las críticas suscitadas desde todos los ámbitos de la sociedad y de la falta de interés de los ciudadanos, el Grupo Socialista no ha perdido el tiempo. El 13 de diciembre se abrió el plazo para presentar las proposiciones de ley de la presente legislatura. El PSOE fue el único partido que decidió registrar propuestas, concretamente trece, de las que las primeras fueron la proposición de ley relativa a la ley de igualdad de trato y la no discriminación y otra proposición de ley reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida, conocida como ley de muerte digna, tal y como prometió el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba durante la campaña electoral. El resto de propuestas abordan temas como la ley general de telecomunicaciones, la ley de servicios funerarios, la lucha contra el dopaje en el deporte o la ley de servicio de atención al cliente. Resulta cuando menos sorprendente que, a pesar de la falta de apoyos de ambas normas por parte de los grupos del hemiciclo, el partido de la oposición intente sacar adelante sus propuestas por la puerta de atrás.

En este sentido, Gádor Joya, doctora en Medicina y coordinadora de la ONG Derecho a Vivir, cree que «la oposición ha demostrado una cierta obsesión por la ley de muerte digna, en un momento en el que lo que más preocupa a los ciudadanos es cómo salir de la crisis. En un país con un altísimo índice de paro, con una tasa de natalidad preocupante y en el que se han suprimido las ayudas a las familias, el PSOE sigue emperrado en sacar adelante una norma que en realidad es una forma de eutanasia encubierta».

Cultura de la muerte
«El problema es que los socialistas siguen instalados en la cultura de la muerte, sin un proyecto ni propuestas positivas para la sociedad. Es totalmente innecesaria porque ya tenemos una ley de cuidados paliativos, que es la que realmente hay que impulsar y dotar de fondos», dijo.
Para Joya, «hay un problema en Andalucía, donde se aprobó una ley que daba la entrada a la eutanasia por la puerta de atrás, al interponer los deseos de los pacientes y los familiares por encima de la lex artis de los médicos, que están obligados a ofrecer todos los cuidados médicos necesarios para salvar la vida de sus pacientes». «En cambio, prosiguió, «sí es necesaria a probar una ley de cuidados paliativos de calidad, dotarla de presupuesto y ofrecer la formación necesaria en las universidades».

Textos «calcados»
Tras analizar el texto, María Alonso, doctora del Grupo Vida Digna de Profesionales por la Ética, concluye que el proyecto de ley de la pasada legislatura y la proposición presentada «están prácticamente calcados. La nueva ley se presenta como una ampliación de derechos y existe una fina línea divisoria entre la sedación terminal como tratamiento y su uso intencionado como eutanasia».

«Lo sorprendente es que la sedación, que es una herramienta terapéutica, se convierta en un derecho de los pacientes. Es como si un paciente reclamara el derecho a ponerse una escayola, pese a que el médico opine que no es necesario. La proposición de ley es una amenaza para el personal sanitario que pone en peligro la vida de cada ciudadano», añade.

Por ello, dijo, «llama la atención que con los problemas que tiene España, insistan en legislar en ideología y dejar fuera del proyecto la necesidad de dotarlo económicamente. No creo que sea una manera de resolver la crisis, hay que trabajar en otras cosas».

Cronología
Elecciones 2004
Propuesta electoral
para la creación de una comisión en el Congreso para debatir el derecho a la eutanasia.
Julio de 2008
Primer paso
Zapatero abre la puerta a la eutanasia durante el 38º Congreso Federal del Partido Socialista.
Marzo de 2010
Andalucía es pionera
y su Cámara autonómica aprueba por mayoría la primera Ley de muerte digna en España.
Noviembre de 2010
Pajín entra en juego
La recién nombrada ministra de Sanidad anuncia que pretende crear una ley de muerte digna.
Mayo de 2011
Anteproyecto de ley
El Consejo de Ministros aprueba el primer informe del anteproyecto de la ley de muerte digna.