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El partido «más difícil»

El partido «más difícil»
El partido «más difícil»larazon

MADRID- Sandoval es un técnico que le gusta «muchísimo» a Mourinho porque ayer, aún perdiendo, sus dos últimos cambios fueron para hacer más ofensivo a su equipo y porque apuesta por un fútbol valiente con un equipo recién ascendido; por todo ello, no cejó en sus elogios a los vallecanos. «El Rayo no ha merecido perder. El empate era lo más merecido porque el Rayo ha hecho un trabajo fantástico. Algunos dirán que no hemos hecho un buen partido, pero el rival no merece que se diga eso, sino que nos han hecho trabajar como nadie y han tenido tres ocasiones claras. El entrenador, jugadores y aficionados del Rayo merecen que se diga que merecieron más».

Mourinho y sus jugadores –Casillas, Xabi Alonso o Arbeloa– reconocieron que el de Vallecas ha sido el «partido más díficil» de los que llevan jugados esta temporada en Liga, los tres puntos que más les han costado y el equipo que más problemas les ha creado a balón parado. «Si nosotros no hacemos un partido acertado defensivamente, este partido no lo ganamos ni con suerte ni sin suerte, no lo ganamos nunca», sentenció Mourinho.

«Me siento orgullosísimo de dirigir esta nave. Creo que se han aliado todos los astros para que el Rayo no ganara. Nos hemos dejado el alma. Éste es el camino», fueron las palabras más sentidas de Sandoval, quien aseguró que ganó la batalla en el centro del campo, pero faltó definición.

Ambos técnicos coincidieron en su disconformidad con ciertas decisiones arbitrales. «Mou», por la expulsión de Rui Faría («Es el cuarto árbitro más arrogante que me he encontrado en mi carrera. Con tranquilidad y educación es todo más fácil, pero quizá tenga una personalidad especial»); Sandoval, por la expulsión de Michu: «Espero que el Comité entre de oficio porque saca el balón limpio. El árbitro ha sacado el revólver enseguida. Igual que a nosotros se nos castiga si nos equivocamos, espero que los comités pongan la verdad encima de la mesa y tomen medidas».

El último mensaje que quiso dejar Mourinho, que aplaudió a la afición rayista camino del vestuario, fue un palo para la suya: «Me da pena que, siendo líderes y jugando en Madrid, sólo hayan venido 300 aficionados nuestros; a Getafe, 30... Los objetivos que perseguimos no son sólo de los profesionales, sino de todos. Me parece que los aficionados tienen que dar un poquito más».