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Los locos cacharros de un maestro

Los locos cacharros de un maestro
Los locos cacharros de un maestrolarazon

Inquieto, la peor enfermedad de Leonardo era la curiosidad, que le invadía y le alentaba a abarcar todo tipo de conocimiento. Como el que tiene una adicción sana, intentaba resolver problemas mediante la invención de piezas y artefactos revolucionarios. Apasionado del agua, su pureza, color y sobre todo su fuerza, se convirtió en un ingeniero hidráulico excepcional. Una cualidad que surgió cuando era niño y observaba el arroyo que corría en su pueblo natal de la Toscana. Creó formas de controlar y manejar el líquido incoloro como drenajes, pantanos, la sierra hidráulica, la escafandra de buceo, el barco propulsado por paletas e incluso liberó su pensamiento y fue el artífice del submarino y de unos prototipos de lo que llegarían a ser los torpedos. Desde luego el poder de los elementos poseían un atractivo para Da Vinci. Como si de un niño se tratase, soñaba con volar. Estudio la anatomía de las aves y murciélagos, el funcionamiento de sus alas. Tenía el convencimiento de que el hombre podría lograr lo mismo, sólo eran necesarios mecanismos semejantes a las alas, pero finalmente descubrió que la fuerza de las extremidades no eran proporcionales entre humanos y animales. No cesó en su idea y cambio su estrategia, dominar la fuerza del viento y las corrientes de aire. Construyó cañones, catapultas hasta un carro autopropulsado (el futuro automóvil). En ocasiónes el artista desdibujaba, emborronaba u omitía algún componente clave del diseño, los expetos piensan que el artista lo hacía para evitar que surgiesen posibles imitaciones a sus obras..