China

No bajar la guardia por Juan Roldán

La Razón
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En los últimos meses, los servicios secretos ingleses, con motivo de los Juegos Olímpicos de Londres, han llevado a cabo una movilización para impedir cualquier atentado terrorista durante la celebración que está ahora en curso. Por los detalles que se pueden observar de vigilancia civil y militar en todo el Reino Unido, parece que el objetivo se está cumpliendo.

Pero en el trabajo que no se observa en el exterior, y cuyas dimensiones son mayores, está sin duda la colaboración de todos los servicios de espionaje en el mundo para facilitar la información sobre posibles terroristas y están participando todos los países independientemente de su relación internacional con Gran Bretaña.

China es quizás el ejemplo más directo por haber sido la última nación que celebró una Olimpiada hace cuatro años y que según se sabe organizó un gran dispositivo de seguridad para evitar los atentados terroristas, sin distinción del origen continental, que se ha facilitado a Londres para sus Juegos. En el caso de un país europeo los servicios secretos están más informados de los movimientos de potenciales terroristas islamistas porque han sido los autores de atentados sangrientos en su mayoría con explosivos en diversas naciones de la Unión Europea en los últimos años.

En España tenemos una prueba muy reciente de un atentado terrorista atribuido a los islamistas en la voladura de los trenes de Atocha en 2004 con centenares de víctimas. Por eso, las Fuerzas de Seguridad deben mantener una vigilancia extrema de las redes islamistas. Como se ha demostrado con las últimas detenciones es la forma más eficaz de evitar que consigan sus objetivos.

Está claro que la franquicia de Al Qaeda atrae a muchos «yihadistas» a pesar de que EE UU sigue declarando una guerra sin cuartel contra posibles herederos de Ben Laden. Los tres detenidos en España el viernes pasado responden a ese perfil. Por formación y modo de operación se encuadran bien en Al Qaeda.

El Gobierno español debe hacer un esfuerzo especial, como ya lo está haciendo, con la vigilancia en la amplia frontera que tiene, en especial, con los países árabes que bordean el Mediterráneo y vigilar los movimientos de la rama de Al Qaeda en el Magreb, que utiliza los secuestros de ciudadanos españoles en los que cobra una cantidad importante por los rescates.