Argentina

Apareció MESSI por Julián GARCÍA CANDAU

La Razón
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En el cuarto partido del Mundial, en el Argentina-Nigeria, apareció el fútbol y a nombre de Lionel Messi. Después de tres tostones, de tres monumentos a la mediocridad, surgió un jugador como el genio de la lámpara de Aladino, concediendo beneficios a cuantos los pidiesen. En treinta segundos le regaló un gol a Tévez, quien lo malbarató. Tres minutos después le concedió a Higuaín los dones de la fortuna y éste los despreció. Luego hizo para que el portero nigeriano se luciera. En el segundo disparo a puerta, el cancerbero se estiró y mandó el balón a córner. Verón lo sacó y Heinze, como si fuera un delantero rematador, marcó un tanto extraordinario. El que volvió a fallar fue Higuaín, a quien se las ponían como a Fernando VII y todas las carambolas acababan en corbata.El juego de ataque argentino se paraba si el balón no le llegaba a Messi. El ataque nigeriano crecía si los argentinos aflojaban. A la selección argentina, con delanteros como Messi, Tévez, Higuaín Di María y «Kun» Agüero, le faltan más creadores en medio campo. El veterano Verón es insuficiente. El mejor atacante, el barcelonista, se pasa minutos sin aparecer porque el balón no llega a sus dominios. Tiene que buscarlo y cuando lo recoge intenta la maravilla. Nigeria, escamada, optó por evitar sus penetraciones a base de tres defensores. Y aun así tuvo que ser el portero quien salvara mayor desventaja en el marcador. Messi no anduvo fino en un par de ocasiones de clara ocasión de gol. Argentina, con tanta parsimonia, gustó a medias. Se relajó en exceso.