Regreso a lo básico

El ya ex miembro del PP, Álvarez Cascos, debería ser el protagonista de esta columna, pero dadas las difíciles circunstancias que nos rodean hay, en mi opinión, asuntos más importantes en nuestras vidas que un nuevo rifirrafe entre políticos. Existen diversas investigaciones interesantes sobre la relación entre ingresos, cómo gastarlos y felicidad. La cultura occidental nos ha hecho creer que la felicidad sólo es posible si se obtiene la mejor ropa, el último equipo electrónico o cambiar de coche. Afortunadamente, frente al consumismo, ha surgido una nueva tendencia de jóvenes pudientes que como forma de vida han optado por «regresar a lo básico» para ser más felices.

Proponen consumir menos y vivir de manera más sencilla. Es un movimiento del que se ocupan investigadores de distintas universidades y han llegado a la conclusión de que cuando se gasta el dinero para aprender algo, ir al teatro o de vacaciones, se produce una satisfacción mayor y más duradera que con el mero hecho de comprar. Estos jóvenes, además de valorar las experiencias vitales, otorgan mayor importancia a la familia, la amistad... Habrá algunos escépticos, convencidos de que esta nueva tendencia, que da más importancia al ser que al tener, surge como una reacción a la crisis, por lo que sería pasajera. Sin embargo, dado que el materialismo ha llevado frustración al ser humano , bien puede tratarse de un nuevo estilo de vida que está aquí para quedarse. ¡Ojalá!