Grecia

ANÁLISIS: Es mucho esperar por Nicolás Fernández Picón

La Razón
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A la espera de posibles decepciones asociadas a los procesos de rescate de Grecia y a las futuras prestaciones del FEEF (Fondo Europeo de Estabilidad Financiera) no parece el momento de apostar por repuntes significativos adicionales a corto plazo en los activos de riesgo europeos. Sin embargo, la acción del BCE y alguno de los datos económicos pueden contribuir a dar un soporte relevante al mercado.

Desde el pasado viernes, los activos de riesgo en euros han registrado ganancias considerables al calor de una mayor confianza en la aprobación de los acuerdos del 21 de julio y en el acierto y la contundencia de las acciones futuras de las autoridades políticas y monetarias para hacer frente a la doble crisis soberana y bancaria. Se anticipa así que el BCE y el Eurogrupo van a dar en los próximos días y semanas pasos en la buena dirección. Consideramos que esa mayor confianza sólo está parcialmente justificada, de manera que habría cierto margen para la decepción a corto plazo.
 
Los riesgos de decepción son probablemente menores en el caso del BCE, que, además de dar continuidad a las acciones excepcionales en marcha, puede recurrir a cuatro nuevas vías de actuación: subastas de liquidez extraordinarias a un año, compras de deuda garantizada, recorte de tipos de 25 pb o ampliación de 25 pb en la banda de los tipos de las facilidades de depósito y préstamo (75 pb ahora).
 
Más dudas nos merecen los dos rescates griegos. El desbloqueo de los 8.000 millones de euros pendientes del primero puede demorarse aún varias semanas, entre otras razones porque las últimas medidas de ajuste anunciadas por Grecia no serán votadas hasta finales de mes. En cuanto al segundo, cada vez más voces, y en especial la de Merkel, apuntan a la posibilidad de que la participación privada pueda tener que incrementarse. El riesgo de decepción es mayor en las expectativas generadas respecto a posibles nuevas reformas del FEEF que lo hagan lo bastante potente para poder recapitalizar bancos europeos o rescatar a economías como la española. Parece que la CE ya trabaja en algunas de las posibilidades, que incluirían la capacidad del FEEF de financiarse en el BCE, en el BEI o en el mercado, la ampliación de garantías y el aval de un porcentaje de las nuevas emisiones de deuda pública de los países en dificultades.

Nicolás Fernández Picón
Director de Análisis de Banco Sabadell