Alemania empuja para lograr la Europa federal

BRUSELAS- Históricamente, Alemania ha sido la mayor defensora del modelo federal para la UE. Lo hizo tras el Tratado de Maastricht, cuando en 1994 dos miembros de la CDU, Wolfgang Schäuble y Karl Lamers, propusieron crear un núcleo de Europa Federal, denominado Kerneuropa, que no prosperó, y lo hizo en 2000, de la mano del ministro de los Verdes, Joschka Fischer, cuando propuso lanzar una verdadera Constitución europea. Aquel experimento, tras dos años de trabajos, fracasó por el rechazo de los franceses en referéndum. Ahora Schaüble, hoy ministro de Finanzas y aspirante a presidir el Eurogrupo, vuelve a dibujar un escenario que podría revolucionar la Europa que hoy conocemos y ser la solución para el actual torbellino de malas noticias. En una entrevista con «Der Spiegel», asegura que la UE va a experimentar una rápida y radical integración, pasando por una fuerte cesión de soberanía nacional de los estados miembros.

Schaüble reconoce que no sabe cuándo será, pero da por supuesto que podría ser antes de lo que él mismo pensaba. A su juicio, es preciso reformar en profundidad la arquitectura política de la UE para dotar de una mayor «legitimidad democrática» su proceso de toma de decisiones. «Hasta ahora los países miembros tenían casi siempre la última palabra. Eso no puede seguir así. Debemos ceder a Bruselas más competencias, sin que los estados nacionales puedan bloquear las decisiones». Además, el ministro añade que debería fortalecerse el Parlamento, la Comisión debería convertirse en un «verdadero gobierno» y su presidente debería ser elegido directamente por los ciudadanos. «La Europa del futuro no tendrá su propia estructura. Es un apasionante desafío», indica. Todas estas ideas conjugan a la perfección con las medidas que van a plantear, en un plano intermedio, los presidentes del Consejo y la Comisión, el jefe del Eurogrupo y el presidente del BCE, Van Rompuy, Durao Barroso, Juncker y Draghi, respectivamente. Entre ellas, destacan medidas como la tasa sobre las transacciones financieras, un fondo de amortización de la deuda y la puesta en marcha una hoja de ruta hacia los «eurobills», un mecanismo previo a los títulos de deuda europeos que Alemania tendrá difícil rechazar después de haber conseguido imponer la austeridad y el control de las cuentas públicas.