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Salida inesperada

La Razón
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Al vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, se le daba como posible secretario de Estado de Deportes, antes de que el PP ganara las elecciones y como seguro después de ganarlas. Se sospechaba que Cobo no seguiría en el Ayuntamiento tras la marcha de Gallardón y se hacían quinielas sobre su Ministerio de destino, en la convicción de que siempre habría un Ministerio para él.
Pero ayer saltó la sorpresa cuando el propio Manuel Cobo anunció que se iba del Ayuntamiento para ocupar el cargo de coordinador de gestión de la dirección de Ifema. Me consta que hasta ese mismo momento ninguno de los máximos responsables de la institución ferial, como José María Alvarez del Manzano, Luis Eduardo Cortés y Fermín Lucas, conocían ese nombramiento, ni siquiera que se había creado un cargo de esa naturaleza.
Que Manuel Cobo no entre en el organigrama del Gobierno central puede deberse a una decisión personal de Rajoy, por la que ha tenido que pasar y tragar Ruiz-Gallardón, que le ha buscado a su escudero, a su amigo, fiel compañero de viaje en la política, un lugar y un cargo para que pueda seguir viviendo de la cosa pública: coordinador de gestión de la dirección de Ifema. Aun así, me parece que ni Cobo ni Gallardón están contentos con esta salida inesperada. Decía Svetiana Stalin: «No creo que haya que lamentarse sobre el propio destino, pero a veces es muy duro».
El día anterior, el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissawetkzy, me comentaba respecto a los posibles movimientos que se podían producir, algo que está resultando cierto: en el organigrama del Gobierno no hay tantas casillas en blanco como aspirantes a cubrirlas.
Alicia Moreno, delegada de las Artes, también se despidió ayer del Ayuntamiento, dando por concluida su etapa política, vinculada personalmente a Ruiz-Gallardón. Aquí no ha habido lugar a la sorpresa.