Destellos británicos por Lola HERNÁNDEZ

Estas navidades mi marido y yo decidimos huir de España, de las cenas familiares, de los locales a rebosar, de los recuerdos de los que ya no están... Descartamos monumentos para empaparnos del espíritu navideño británico. Lo primero que hicimos fue ir a Candem Town. Allí puedes encontrar puestos de comida china, mexicana, hindú, árabe… Los puestos son de lo más variopintos, desde uniformes militares de la Segunda Guerra Mundial hasta tiendas psicodélicas en las que puedes comprar una chaqueta «alarga mangas» como la que Michael J. Fox se ponía en «Regreso al futuro». Cuando sales de este pequeño pueblo sigues impactado con las fachadas de las tiendas. Son otra obra de arte, pero Papa Noel y villancicos, nada de nada… El día de Navidad está todo cerrado, pero no se pueden perder la Eucaristía de la Catedral de St. Paul. Por la mañana, descubrimos una pequeña iglesia donde una chica con voz a lo Susan Boyle nos dejó con la boca abierta. Nos quedamos hasta el final y por momentos recordamos un famosísimo episodio de Mr. Bean: fueron muy amables. Nos agasajaron con un desayuno típico con ponche caliente y dulces navideños cocinados por una entrañable anciana que también nos invitó a comer con ellos pavo relleno. Declinamos la oferta. El día 26 empiezan las rebajas, así que no se pueden perder Porto Bello, Picadilly o Hard Rocks. Aquí la decoración navideña es un poco más original, pero me quedo con la de Madrid. La conclusión es que da igual si es Navidad o no, Londres es maravilloso en cualquier época.