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Una cuestión de fieles marcada por la baja participación
El PSOE pierde el 33,8 por ciento de su electorado respecto a 2008. Del 20,7 % de los electores que se deja el PP, el 17 % ha optado por no ir a votar, lo que impidió la mayoría absoluta
El PP se quedó lejos, muy lejos de obtener la mayoría absoluta que todos pronosticaban en Andalucía, incluido el propio partido. Y si bien es cierto que el del domingo es el mejor resultado de los populares en unas elecciones andaluzas, no fue suficiente. Con 50 parlamentarios, los de Javier Arenas se quedaron a cinco de la mayoría absoluta, algo que ya empezaron a intuir en torno a las ocho de la noche al ver los bajos índices de participación.
La caída del PSOE de José Antonio Griñán, nueve puntos respecto a 2008, se explica por tres motivos: la abstención de 377.000 de sus votantes y el trasvase de 163.000 sufragios a Izquierda Unida y otros 124.000 al PP. También hay que fijarse en los nuevos electores, ya que los socialistas apenas han captado 38.000, un 35,2 por ciento del total. El resultado no es otro que una merma considerable de su representación parlamentaria, de 56 a 47 diputados. Finalmente, hay que señalar que el índice de fidelidad del electorado socialista ha sido del 66,2 por ciento.
Y si hablamos de los populares, la principal razón de que no hayan conseguido la mayoría absoluta a la que aspiraban ha sido su incapacidad para movilizar a su electorado. Sólo el 79,3 por ciento de sus votantes acudió a las urnas. Pero, pese a haber sido el partido más votado y tener un índice de fidelización 13,1 puntos superior al de los socialistas, esto no ha sido suficiente para protagonizar el gran cambio político anunciado en Andalucía. Por el camino perdió el respaldo de 300.000 votantes que optaron por no acudir a las urnas y otros 58.000 que han ido a parar a otras formaciones como el PSOE o UPyD.
En Asturias, el escenario político no se reduce a los dos grandes partidos nacionales. De una parte está Foro Asturias, de Francisco Álvarez-Cascos, que ha sufrido un retroceso de 5,3 puntos respecto a 2011, o lo que es lo mismo: 54.000 votantes menos. Es, sin duda, el partido más castigado por los electores, pues es el único con representación que retrocede tanto en porcentaje como en escaños. Álvarez-Cascos ha sido víctima también de la baja participación, ya que 37.000 de sus votantes de 2011 decidieron abstenerse el pasado domingo. Además, otros 15.000 regresaron al PSOE y 2.000 al PP.
La candidata del PP por Asturias, Mercedes Fernández, consiguió mejorar los resultados del partido en 1,4 puntos. Así, lograron reducir la distancia con Foro Asturias de los 10,1 puntos de mayo de 2011 a los 3,3 actuales. La abstención de 21.000 de sus votantes impidió que lograse un mejor resultado.
El PP ha logrado captar a 8.000 electores de otros partidos y a 4.000 nuevos electores. No obstante, tiene el mayor índice de fidelización. En concreto, ha logrado fidelizar al 80 por ciento de sus votantes de 2011, frente al 74 por ciento de los socialistas, o el 65 por ciento de Foro Asturias.
Finalmente, el PSOE ha vuelto a ser la lista más votada en el Principado debido a la división del centro derecha. Su incremento porcentual –pasan del 30,7 por ciento de 2011 al 32,4 por ciento actual– y el descenso de Foro Asturias han hecho posible que llegue a los 16 escaños. Es de destacar, además su capacidad para captar 15.000 votantes de Foro Asturias. Aunque, también ha transferido 17.000 a IU y otros 4.000 al PP.
¿Fallaron los sondeos previos?
Prácticamente todas las encuestas pronosticaban una abstención superior a la registrada en 2008, pero no de la magnitud que finalmente ha tenido. Todo apuntaba a que el incremento en la abstención sería de 5 puntos (un total de 2.076.000 ciudadanos no acudirían a votar). Pero al cierre de los colegios el porcentaje fue de 11,8 puntos porcentuales, o lo que es lo mismo: 2.502.000 ciudadanos se quedaron en casa, 426.000 más de los previstos. En definitiva, la abstención ha pasado del 27,3% de hace cuatro años al 39,1%. En la encuesta de LA RAZÓN publicada el 19 de marzo, se pronosticaba un resultado para el PSOE de 1.534.000 votos, y el domingo obtuvo 1.522.000. Estamos hablando de una diferencia en votos de sólo 12.000, por lo que ha habido una desviación mínima del 0,7%. Sin embargo, a los populares les atribuía el sondeo 1.958.000 votos y finalmente fueron 1.565.000. La diferencia son 393.000, que viene a coincidir prácticamente con los 426.000 electores que se abstuvieron contra pronóstico. No es difícil establecer una relación clara y directa entre el resultado final del PP y el aumento en la abstención, pero podría deberse a los acontecimientos desarrollados en los días de la campaña electoral, tanto en Andalucía como en el resto de España.
Hasta el CIS se equivocó
Todas las encuestas, sin excepción, auguraban una mayoría absoluta en Andalucía para el PP de Javier Arenas, incluida la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). En el barómetro presentado el pasado 15 de febrero, el CIS le otorgaba una horquilla de 54-55 escaños al PP, lo que le situaba en la mayoría absoluta dentro del Parlamento andaluz. Así, daba como ganador al PP con el 44,9 por ciento de los votos, frente al 37,7 por ciento de sufragios que obtenía el PSOE.
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