Lisboa

Miles de funcionarios y militares lusos salen a la calle contra los recortes

Los recortes previstos por el Gobierno luso fueron de nuevo objeto de protesta hoy en Portugal, en este caso de funcionarios y militares, que se manifestaron por el centro de Lisboa para rechazar los últimos ajustes.

Decenas de miles de personas -los militares estimaron que sólo ellos ya reunieron a más de 10.000- se congregaron entre las plazas de Restauradores y del Comerio, donde se vieron carteles contra estas reformas y su máximo impulsor, el gabinete conservador del primer ministro Pedro Passos Coelho.

Pese a ser protestas independientes, separadas por apenas unos cientos de metros, ambas compartieron buena parte de sus reivindicaciones, centradas en el proyecto presupuestario del Gobierno para 2012.

Los tres sindicatos de la Administración Pública se unieron hoy, tal y como no ocurría en los últimos años, para convocar una manifestación contra las medidas de ajuste aprobadas desde 2010 y que se han dirigido a su sector.

Entre ellas, la congelación salarial y un corte medio del 5 por ciento en sus salarios -ambas medidas aprobadas por el anterior Gobierno, de signo socialista-, así como la supresión de entre una y dos pagas extra para quienes superen en el sector público un sueldo mensual de mil euros, idea del actual Ejecutivo conservador.

Los convocantes de la protesta destacaron que la marcha de hoy supuso un "ensayo"para una cita todavía más importante, el próximo 24 de noviembre, cuando los trabajadores están llamados a la huelga general en Portugal.

A esta marcha se sumaron policías, agentes de la Guardia Nacional Republicana y funcionarios de prisiones llegados desde diferentes puntos del país, y que han denunciado constantemente durante los últimos meses la precariedad con la que trabajan.

Los miembros del Ejército portugués protestaron a través de sus pancartas por la cancelación de las promociones y la pérdida de capacidad adquisitiva sufrida en los últimos años.

En silencio, los miembros de las Fuerzas Armadas llegaron hasta la sede del Ministerio de Finanzas, donde anunciaron la convocatoria de una vigilia frente a la residencia del jefe del Estado luso para el próximo 30 de noviembre, cuando está prevista la aprobación en el Parlamento de los presupuestos.

El objetivo de esta concentración será "sensibilizar"al presidente luso -quien a su vez es el comandante supremo del Ejército-, el conservador Aníbal Cavaco Silva, para que no promulgue el proyecto presupuestario y lo devuelva a la Cámara.

El propio primer ministro luso admitió hoy "comprender"las quejas de la ciudadanía, y subrayó que es consciente de que está pidiendo a los portugueses "un nivel de sacrificio muy elevado".