Salamanca

Las «encuestas» socialistas

La Razón
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Es lógico que Rubalcaba no reconozca la previsible derrota y que incluso asegure que tiene encuestas en las que la distancia es de «sólo» nueve puntos. Hasta la noche del 20-N no hay que cantar victoria, pero la realidad es que Rajoy encara la última semana con la tranquilidad de la unanimidad en todas las encuestas. Es un dato muy significativo. La otra cara de la moneda es esa irrefrenable tendencia socialista a mostrar el relevo como algo negativo, cuando es consustancial a la democracia. González, antes de convertirse en un burgués con pretensiones y vivir en el madrileño barrio de Salamanca, ya tuvo el sueño de convertir al PSOE en un clon del PRI, pero fracasó anegado por el GAL y los escándalos de corrupción. Eso de la derechona o que la ultraderecha vota al PP es el argumento patético de un mal perdedor. El fracaso socialista está en su ADN. Ha gobernado dos veces y en ambas ha finalizado sus mandatos con una grave crisis económica y una tasa de paro superior al 20%. Por cierto, en 1996 no había burbuja inmobiliaria.