Santiago de Chile

Andrés Herrera: «Rubalcaba haría bien de Fred Astaire»

Con firma propia. Profesión: profesor de claqué en su academia, sita en el Palacio de Gaviria (Madrid). Nació: en 1961, en Santiago de Chile. Por qué está aquí: inventó el sistema Contaptoe para enseñar los pasos del claqué.

Andrés Herrera: «Rubalcaba haría bien de Fred Astaire»
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–Enseña claqué en España. ¿Es como enseñar flamenco en Katmandú?
–No tanto. El claqué tiene algo de español por el zapateado, que está en todos los folclores. Quizá lo primero que hizo el hombre fue zapatear... sin zapatos.

–¿Y ya sabe por qué atrae el claqué al español?
–Porque es una danza divertida que se puede bailar en solitario y lucirse.

–Ya: lucirse en bodas, bautizos y comuniones...
–Sí, ése es el fin de la mayoría de mis alumnos: lucirse en las fiestas.

–Van a su academia más mujeres que hombres: ¿quieren ser Ginger Rogers o perder peso?
–Las dos cosas. El claqué va muy bien para los glúteos y las piernas.

–Ha inventado un sistema de letras y números para enseñar los pasos...
–Sí, el Contaptoe. Se me ocurrió porque las clases a las que yo asistí eran en inglés y no entendía nada. Así que convertí los pasos en símbolos, números y letras para enseñar a mi novia y a mi hermano. Es muy sencillo.

–¿Se puede enseñar por internet?
–Sí, tengo ese proyecto. Y en febrero vamos a presentar un musical en Casa de Vacas, en el Retiro: será una mezcla de claqué y flamenco.

–¿Ve alguna relación entre el claqué y el flamenco?
–Son parientes lejanos. El flamenco requiere de más disciplina, es más complejo y dramático. El claqué es más desenfadado, más libre.

–Dice que cualquiera que puede caminar, puede aprender claqué...
–Cierto. Y los que se reconocen patosos son los que mejor aprenden.

–¿Cree que a Zapatero le vendría bien un poco de zapateado?
–Sí, a ver si reacciona. El claqué activa los reflejos, la acción.

–¿Qué político sería un buen imitador de Fred Astaire?
–Rubalcaba: es elegante, fino, delgado, y le cae muy bien el frac y el sombrero de copa. Haría bien de Fred Astaire.

–No veo a nadie en el Metro o en la calle bailando claqué. ¿No ganarían más que tocando el acordeón o limpiando parabrisas?
–Sin duda. Mi academia salió de lo que gané bailando en la calle durante cinco años: conozco todas las terrazas de Madrid, Ibiza, Cádiz, Valencia...

–La calle es la aventura, pero luego debe de resultar dura...
–La calle te salva, aunque hay que saber salir de ella. Fue la gran experiencia de mi vida. Era dura la calle, sí, pero ganaba un buen dinero.

–Es que no es lo mismo pasar el sombrero de copa que la gorra...