Roma
Habemus Moretti
Nani Moretti se acercó a la Semana Internaciona del Cine (Seminci) de Valladolid, mucho más tranquilo de lo que dejó Cannes. Pues dicen las malas lenguas que no perdonó al jurado que ni siquiera le concedieran galardón a Michel Piccoli, cuyo premio parecía el más cantado.
El italiano, afable y parlanchín explicó una y otra vez que su objetivo es dinamitar las expectativas del espectador y ofrecerle una película completamente distinta de la que se podía esperar de él, ateo y reconocido militante izquierdista: «No estaba interesado en hacer una cinta sobre las finanzas vaticanas, porque para quien quisiera saber más ya hay periódicos, internet y documentales. Quería hacer otra película dentro de la corriente realista, mi película, con mi Papa, mis cardenales, mi cónclave...».
Salir al balcón
Se han impreso páginas y páginas sobre las intrigas cardenalicias en la capilla Sixtina a lo largo de la historia para que un purpurado devenga Papa; sin embargo Moretti resalta el pánico escénico de muchos de los elegidos, que, en el momento de salir al balcón creen que no tienen los méritos suficientes para ocupar el trono de San Pedro: «He leído mucho sobre esto y parece que les ha ocurrido a muchos, incluso al actual». Aun así, parece que hay más alusiones a Juan Pablo II que a Benedicto XVI en la trama de esta recién elegido Papa que necesita reflexionar y tomar aire por las calles de Roma, antes de ser nombrado.
Aunque las críticas sobre el filme han sido dispares, todos coinciden en el buen hacer de Piccoli, como el bonachón y desconcertado Pontífice. El realizador aún agradece que «fue a París a hacer una prueba de seis escenas como si fuera un actor de 20 años que está empezando». Yo lo dirigía y le hacía ver cómo haría yo la escena; luego él la hacía mucho mejor». Aunque aparece en el filme, como psicoanalista que ayuda al resto del cónclave durante las dudas del elegido, su presencia es mucho menor que en otros filmes. Reconoce que «últimamente me he dado cuenta de que ser director y protagonista cansa mucho».
Preocupado por Italia y no solo por el Gobierno de Berlusconi asegura que lo principal que le gustaría dejar a la generación de sus hijos «es lo mismo que mi padre, que no era precisamente de izquiedas, me legó a mi: la perserverancia en interntar ser coherente».
El Vaticano:
«Es respetuosa»
Radio Vaticano y la mayor parte de los medios cercanos a la curia destacaron que no había ánimo de caricaturizar al Pontífice en el filme de Moretti, ni tampoco «sarcasmo», por tanto, no opusieron grandes reparos al casi siempre polémico cineasta.
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