Barcelona
Isidre Cunill: «Llevamos en guerra demasiado tiempo»
-Escribe de los crímenes cometidos contra el clero en Cataluña por los comités antifascistas (1936-39). ¿Un libro desde la perspectiva católica?-No. Desde el periodismo de investigación, desde la verdad documentada.-¿Quiénes no lo van a leer probablemente?-Los que no quieren saber la verdad. Los que rechazan de entrada todo lo que huele a cura. Los que ven la memoria histórica de una forma partidista.-Ya sabe lo que dijo Pérez Reverte...-Asumo su frase: «Cualquiera que haya leído la historia de España sabe que aquí todos hemos sido igual de hijos de puta. Todos».-Hay dos bandos que jamás aceptan los crímenes propios...-Claro. Incluso la Iglesia fue reacia a reconocer sus errores. Este es un país al que le cuesta mucho reconocer sus pecados.-Ya: los pecadores siempre son los otros, que diría Sartre.-Eso lo suscribo. Somos así, es nuestro carácter. Llevamos demasiado tiempo en guerras fratricidas. Los otros son siempre los malos.-¿Se han medido con el mismo rasero los crímenes de ambos lados?-No. No hay objetividad, sólo constantes recriminaciones de los unos a los otros.-¿Cree que las dos Españas se entenderán alguna vez?-No lo sé. Nosotros no lo vamos a ver. Quizá nuestros nietos.-Hay quien opina que lo mejor es olvidar...-Primero hay que perdonar. Y luego, olvidar.-¿Cómo se sacan cuerpos de las cunetas sin resucitar rencores?-Es muy difícil. Renacen los odios en los dos bandos. O se desentierran todos los muertos o se les deja en paz.-Se dice que la ley de memoria histórica es excluyente...-Lo es. Sólo debería servir para recordarnos lo que no tiene que volver a suceder.-¿Por qué se mataba a los sacerdote en Cataluña?-Por odio y por miedo. Odio a la fe, miedo al poder que tenía la Iglesia en amplios sectores. Y, luego, el enriquecimiento. Robaron cuanto pudieron.-¿Qué le cuesta más aceptar a la izquierda?-La razón por la que perdieron la guerra. Perdieron por su anarquía interior.-¿Qué le cuesta aceptar a la derecha?-Que hay que olvidarse de Franco, que hay que quitarse definitivamente la caspa del franquismo.-Será por champús...
Con firma propiaProfesión: periodista de investigación.Nació: en 1956 en Barcelona.Por qué está aquí: por su libro «Los sicarios de la retaguardia (1936-1939)» (Styria).
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