África

Bruselas

Científicos temen consecuencias del cambio climático sobre los océanos

La creciente masa de agua dulce procedente del hielo derretido en el océano Ártico es una incógnita de consecuencias impredecibles en futuros escenarios climáticos, según los investigadores de diez países europeos.

La masa de agua, que en 2009 tenía un volumen equivalente a dos veces el lago Victoria en África (el segundo mayor del mundo) y cuyo tamaño aumenta, podría precipitarse bruscamente en el océano Atlántico cuando cambien los patrones atmosféricos actuales. Esta es una de las conclusiones del proyecto CLAMER que llevan a cabo 17 institutos de 10 países europeos al recopilar y sintetizar más de 300 estudios financiados por la Unión Europea en los últimos 13 años sobre el cambio climático y sus efectos sobre los océanos y mares europeos.

El informe completo, algunas de cuyas conclusiones fueron reveladas hoy en una nota de prensa por el Instituto Marino de Flandes, será presentado en una conferencia internacional en la Academia Real Flamenca de Bélgica en Bruselas los próximos 14 y 15 de septiembre.

Durante los últimos 12 años los vientos que circulan en el sentido del reloj en el Ártico han contenido, sobre todo en una zona conocida como el Giro de Beaufort (o la cuenca canadiense), una masa de agua relativamente dulce proveniente del caudal excepcionalmente elevado de los ríos (canadienses y siberianos) y del hielo marino derretido, explicó la oceanógrafa holandesa Laura de Steur.

Cuando este patrón cambie, el agua fría penetrará en el océano Atlántico con consecuencias para el sistema de corrientes marinas (circulación termohalina) que transmite calor hacia el norte, modera el clima en Europa y lleva nutrientes esenciales para la vida marina. Lo que pasará entonces es "difícil de predecir", afirma De Steur, aunque la científica descarta como "absurdo hollywoodiense"el escenario de catástrofe helada descrito en 2004 en la película "The day after tomorrow"(El día de mañana).