Retiro
Raíces del desarraigo
Cuándo: hasta finales de febrero.Dónde: Casa de Vacas del Retiro.Precio: gratis.
Afirma que las fotografías son el reflejo de su cuerpo y que las esculturas apresan la materia de su alma. Imágenes y esculturas, unas de árboles cuyas raíces tocan levemente el suelo y el tronco está atado o encadenado y otras de casas con péndulos o con raíces que intentan detener el tiempo o invitan a pararse a observarlas sin prisas. El artista Rablaci, tras haber expuesto en varios países como Cuba, Argentina, Japón, China y Portugal ahora lo hace en a Madrid, en la Casa de Vacas del Retiro, donde ayer presentó su exposición «Raíces del desarraigo», compuesta por 20 fotografías en color y varias esculturas. Rablaci explica que ésta «nace de la intención de radiografiar al ser humano contemporáneo, el cual se mueve en plena área de la globalización, donde el desarraigo se acerca a cierto nihilismo nietzschiano», y con ella busca «centrarse en el sentimiento vacío y en la búsqueda de uno mismo». De esta forma, «surgen las esculturas de los árboles y sus posteriores fotos, los cuales al ser arrancados de su entorno y ser intervenidos adquieren una identidad propia respecto al resto». También hay esculturas muy variadas: una tabla de madera con un inmenso aguijón en un extremo, casas con péndulos colgando y espacios con una gran cantidad de hojas de árbol y encima de éstas varias piezas de metal. El artista, que tiene 23 años y estudia cuarto curso de la Licenciatura de Bellas Artes, explica que «el hombre tiene como bandera el individualismo, la frivolidad, la superficialidad». «El desarraigo nos sitúa en las antípodas de lo social», continúa, y asegura que «la tecnologización ha forzado una nueva contradicción: cuando parecía que era más fácil la comunicación, más desarraigo se produce». En cuanto a sus influencias, afirma fijarse en «autores como Heidegger, Sartre y Nietzsche».
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