Primarias en el PSOE

El drama de Alarte

La Razón
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Y no ha hecho más que empezar. Si el secretario general del socialismo valenciano pensaba que se iba a ir de rositas, sucediera lo que sucediera en las elecciones, estaba muy equivocado. Sólo las nulas ganas de la Dirección Federal del PSOE de promover disturbios en las Federaciones autonómicas –bastante tiene con la que les está cayendo a sus líderes- puede salvar a Jorge Alarte del tsunami que se le avecina. El cuestionamiento de su persona por el batacazo memorable que se ha dado, le plantea una situación difícil en la rendición de cuentas que le van a exigir sus correligionarios. Sin embargo, aún puede ser más grave el destrozo que su gestión ha provocado dentro de la organización, en la que pasó a cuchillo a quien osó discrepar, dinamitando quizás la virtud centenaria que más enorgullece a los militantes del puño y la rosa: la democracia interna. Por si le faltaba algo, tiene la espada de Damocles de su propio compromiso, dimitir si no obtenía resultados satisfactorios en las autonómicas. Más claro ... Debería recordar que él fue quien decidió «dignidad» como lema de su campaña electoral. Él mismo se marcó una sola salida. Si no cumple con la palabra y se cisca en su propio lema, el PP de Camps no necesitará más ventaja para la confrontación parlamentaria y política.
Así es la vida.