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Y ahora que pague Odissey
Una sala abarrotada, pero poca carne informativa. El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, compareció ayer para hablar del futuro del tesoro, a buen recaudo en la Casa de las Siete Chimeneas, hoy sede de la Secretaría de Estado de Cultura y que posee una imponente cámara acorazada (antes de sede ministerial fue domicilio de un importante banco, de ahí sus medidas de seguridad). Las preguntas que todos quieren saber se reducen prácticamente a dos: ¿dónde se realizarán las labores de catalogación, limpieza y estudio del tesoro? y ¿cuándo se expondrá al público? En el Ministerio no quieren dar plazos. Se ha concluido una primera parte, la carga está en suelo español y se abre una segunda etapa que será larga. Wert dio las gracias a todos aquellos que han colaborado en traer las monedas de «La Mercedes» depositadas en Sarasota hasta España y aseguró que se ha dado un paso de gigante con esta sentencia, que «marca un antes y un después» en cuanto a protección de patrimonio subacuático. Cerrada la primera parte de la operación, quedan aún dos más. En la segunda, que ya ha empezado, se va a proceder a la «documentación, catalogación, conservación y restauración de las casi 600.000 monedas, un trabajo que entraña cierta complejidad y que llevará su tiempo». No hay plazos que señalen su duración y tampoco se desveló, «por evidentes motivos de seguridad», dónde se realizarán estos trabajos. La coordinadora de las labores de peritación en Sarasota, Carmen Marcos, explicó que «hay 212 monedas individuales de oro de las que ya se han comprobado todos los detalles (fecha, emisor, información sobre su acuñación, y cotejado sus datos con los de las dos visitas anteriores al cargamento, en 2007 y 2011), y13.077 de plata, de las que cerca de 5.000 ya están restauradas. El resto está en contenedores en proceso de restauración. Una buena cantidad de las monedas está compactada.
Reclamación a Gibraltar
La tercera fase, la de museización, se acometerá una vez finalice la anterior y sobre el destino del cargamento, Wert aseguró que «ninguna posibilidad está excluida. Las decisiones las tomaremos en orden, aunque es lógico pensar que el grueso se quedará en España. Lo que no haremos es ir repartiendo monedas una a una por los museos», dijo; asimismo, adelantó que «el Gobierno estudia reclamar a Odyssey el pago de las costas de todo el proceso» y que «no renunciaremos a las piezas que hay en Gibraltar», un total de 59 artefactos que podría haber dejado la compañía «caza tesoros» antes de partir de regreso a Estados Unidos.
Más de 275 millones perdidos en Bolsa
Cada anuncio de Odyssey referente al caso «Black Swan» ha sido seguido de una pequeño terremoto bursátil. El 18 de mayo de 2007, día en que aseguró haber rescatado del fondo del mar el mayor tesoro jamás visto, sus acciones experimentaron una especular subida, de un 81%. Pasaron de valer 4,6 dólares a 8,32. La situación hoy, sin embargo, es otra. Tras diversas fluctuaciones por los varapalos judiciales, a 24 de febrero de 2012, un día antes de que el tesoro llegara a España, las acciones caían un 3,96 % con respecto al anterior y su cotización se situaba en 3,15 dólares. Traducido a pérdidas: Odysse ha perdido desde 2007 más de 275 millones de euros. Quizá ahora se lo piense antes de excavar un pecio.
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